La vivienda es, sin lugar a dudas, la principal preocupación de la mayor parte de jóvenes que luchan por emanciparse. Hacerlo en capitales como Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca es prácticamente imposible, los elevadísimos precios fuerzan el desánimo. Pero para los privilegiados que pueden permitírselo, ¿cuál es la mejor opción? 

¿Comprar o alquilar? Esta sigue siendo la gran duda que se plantea y un grupo inmobiliario se ha atrevido a dar la respuesta. Para Property Partners, una red de negocios inmobiliarios dedicada a la intermediación de propiedades residenciales y comerciales, comprar es hoy mejor opción, dada la grave crisis del alquiler existente, fruto de la combinación de una demanda sostenida, una oferta escasa y un contexto económico inflacionario.

"El encarecimiento del alquiler está acelerando un cambio en la mentalidad. Muchos de nuestros clientes llegan con la intención de alquilar, pero tras comparar costes reales y estabilidad a largo plazo, deciden comprar", explica Felipe Reuse, director general de la compañía en España.

En base al contexto actual, como ya ocurrió a principios de los años 2000, adquirir una vivienda en propiedad puede resultar ser más económico, además de más estable. A esto hay que sumar que "representa una inversión que se revaloriza", sostienen desde este grupo, si bien los altos precios hacen inevitable compararlos con los que hubo en su día durante la burbuja inmobiliaria y que, a continuación, sufrieron un importante desplome. Según los expertos, la situación de hoy no es igual a la de antaño, no obstante, son muchos los que también advierten de que es importante no dejarse llevar únicamente por el atractivo de la revalorización. Influye mucho ·"qué se compra y dónde se compra". 

Si escogemos por ejemplo el distrito centro de Madrid para establecer la dicotomía entre alquilar y comprar este es el resultado. Según datos del portal inmobiliario Idealista, el precio del metro cuadrado en pisos de alquiler alcanzó en mayo los  25,9 euros, lo que significa que una vivienda de 80 metros cuadrados en esta zona supera los 2.070 euros mensuales.  

El precio medio de venta en este mismo área de la capital se situó ese mes en 7.198 €/m², lo que proyectado sobre un piso de 80 metros da un total de 575.000 euros. Aunque el desembolso inicial es muy elevado, una hipoteca a 30 años con una financiación del 80% y un interés medio del 2,85%, según datos oficiales del Banco de España, supondría una cuota mensual aproximada de 2.060 euros. Esto se sitúa prácticamente al nivel del coste actual del alquiler en la zona, pero con una gran diferencia: el dinero invertido revierte en patrimonio propio", subrayan desde Property Partners.

Pese a esta evidencia, lo cierto es que el problema sigue radicando en los altísimos precios, puesto que son muy pocos quienes pueden permitirse un alquiler o una cuota de hipoteca de esta cuantía. Asimismo, la falta de oferta también se da en la venta, por lo que la alternativa es huir del centro de las ciudades e, incluso, de las ciudades mismas. Ahí sí podemos encontrar alguna opción y cada vez son más los que piensan en comprar.

Según una encuesta de Fotocasa Research, uno de cada cinco españoles que vive de alquiler ha reactivado la compra de vivienda estos últimos meses ante el abaratamiento de la financiación hipotecaria fruto del descenso continuado del Euríbor en los últimos meses. No obstante, la subida de precios, tanto de alquiler como de venta, parece haber llegado a todos los rincones, del país, incluso, a los más deshabitados

Ventajas e inconvenientes 

Al margen del coste mensual que nos puede acarrear, tanto comprar como alquilar tienen ventajas e inconvenientes. Para el común de los mortales, al margen de inversores, el alquiler es, sin duda, la mejor opción cuando en el horizonte no está determinado si vamos a continuar o no viviendo en la misma ciudad. Por el contrario, y aunque la ley ahora ampara algo más al inquilino, alquilar también es sinónimo de mayor estabilidad, a lo que se suma que no tendremos que asumir determinados gastos como el IBI o las reparaciones.

Por el contrario, comprar puede ser, además de una inversión, una buena alternativa para quienes quieren echar raices, una forma de protegerse ante la inflación, si optamos por un interés fijo,. y una manera de tener más libertad a la hora de emprender obras y reformas en nuestro hogar, que, eso sí, nos tocará abonar.  

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