Muchas veces no somos conscientes de la rutina alimenticia que siguen nuestros pequeños. La obesidad infantil es un grave problema en España, por lo que cuidar la alimentación y seguir una serie de directrices puede ser vital para la salud de nuestros hijos.

La bollería infantil y las chucherías se convierten en un aliciente para tenerlos contentos. Muchas veces, por no discutir, cedemos a los caprichos sin tener en cuenta que, si no se trata de excepciones y esta alimentación se convierte en regla, podemos tener graves problemas con el peso y el azúcar.

Prohibir es demasiado coarcitivo. No son saludables, pero a nadie le amarga un dulce. Aquí puedes ver una lista de los principales problemas de comer chucherías, realizada por el portal Hacer Familia:

- Inapetencia: sus calorías vacías pueden provocar que cuando llegue la hora de la comida, el apetito haya quedado reducido.

- Caries: las chucherías son un enemigo declarado de la higiene bucodental. Su alto contenido en azúcar es muy dañino.

- Atragantamiento: su textura chiclosa, además de su pequeño tamaño, puede provocar que los pequeños se atraganten.

- Obesidad: a causa de las calorías vacías, su ingesta puede transformarlas en grasa para el cuerpo.

- Alergia: los expertos avisan de que pueden provocar reacciones alérgicas.