Y es que ese es el problema ¿Qué hacer ahora con el ex-reo?  Si le dejan en Valencia el lío dentro del partido está asegurado. Si le ‘destinan’ con algún cargo oficial ¿qué hacer con él cuando se destape la verdad sobre la trama Gurtel en la región?

Si Camps se queda en Valencia, posible ‘guerra civil’ en el partido…
De inmediato ha salido, nobleza obliga, el sustituto de Camps elegido por Mariano Rajoy, el president Albert Fabra, a mostrarle su apoyo…. Aunque también él, como Cospedal, lo ha hecho de aquella forma. Así, ha exigido sin dudar que se disculpen “los que han pisoteado la presunción de inocencia (de Camps)”, pero aún con más rotundidad ha recordado que su antecesor había dejado el cargo “libremente” y, a medias esperanza, a medias advertencia, ha expresado su convencimiento de que Camps “tiene sentido común de sobra para saber lo que hay que hacer”. No fue más allá Fabra, pero parece claro que lo que espera que el sentido común le dicte al "no culpable" es renunciar a volver a la política activa valenciana.

¿Por qué teme Fabra que Camps se reactive como político? Respondía esta pregunta a EL INFILTRADO alguien que conoce muy bien el PP valenciano: “Lo que teme Fabra es que los que él ha ido desplazando se acerquen ahora a Camps, como los que desplazó Camps, se acercaron a Zaplana”. Y esto para presionar, para ver si pueden recuperar influencia… para montar lío, en fin. Ahora mismo, nos decía esta persona, “el PP valenciano es un volcán, donde están los Carlos Fabra de turno, que esperan y presionarán para que sus escándalos se resuelvan como los de Camps; o las Ritas y los Rus, que tienen miedo a lo que pueda salir de la Gurtel y quieren tener a Camps como pantalla…, y los que se mueven en torno al presidente actual, que en la actual situación de crisis económica no podrá ‘comprar’ las adhesiones de políticos y periodistas como se ‘compraban’ en otros tiempos”.

… pero si se va, ¿dónde mandarle?
Lo mejor, para Génova, por tanto, sería enviarle lejos. Ya durante la campaña para las autonómicas del mes de mayo, cuando Rajoy decidió que Camps se caía del puesto, se consideró una opción que parece que es la favorita de ‘Paco’, apodado ‘el curita’, como hemos descubierto ahora que, quizás premonitoriamente, le llamaban ‘los gurtel’: una embajada. En concreto la embajada ante la Santa Sede.

El problema es ¿qué hacer con un embajador, mucho más si es embajador ante el Papa, cuando se inicien los juicios por la verdadera ‘trama Gurtel’ si la cosa se pone fea? Siempre queda otra solución, que parece que es la que mejor verían en Génova.., ¡y en Moncloa!: que Camps aceptara un retiro dorado. Por ejemplo, en el Consejo de una multinacional española cuyo presidente es gran amigo del expresidente valenciano.