Aznar logró dividir el sagrado matrimonio de Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores privilegiando las relaciones con el dirigente de las primeras, José María Fidalgo.

El presidente de honor del PP debió influir decisivamente en la evolución ideológica de este último, colaborador de la Fundación FAES, hacia la derecha. Como Dios manda.

Un verdadero milagro del santo común que desmiente el célebre dicho: “Más tonto que un obrero de derechas” que con tanta frecuencia propalan los dirigentes sindicales.

Parece que José María Aznar ha recomendado a Mariano Rajoy que nombre a su amigo Fidalgo, ministro de Trabajo y, por tanto el interlocutor de sus antiguos compañeros, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez.

Lo que ocurrirá a partir de ahora está por ver pero he oído manifestarse a pregoneros de la derecha mediática a favor del primero y en menoscabo del segundo, a quien tildan de antiguo y sociata dogmático.

Evidentemente Fernandez Toxo no solo no es Fidalgo sino la alternativa a lo que representó el anterior secretario general de su sindicato.

Sin embargo parece que Rajoy, que teme la reacción de la calle a las medidas que se verá obligado a adoptar, pretende mantener la política de quien le eligió para el delfinato, privilegiando las relaciones con el otrora sindicato comunista.

Recomiendo al lector amigo que lea la tribuna que ayer publicaba el diario económico Cinco Días. Es un artículo un tanto tecnocrático en el que se hacen peticiones de ámbito europeo que supongo Rajoy remitirá al señor Van Rompuy al tiempo que pide al popular que rectifique la política de José Luis Rodríguez Zapatero.

Una rectificación que, partiendo del presidente del PP  sólo es concebible que se escore aún más a la derecha. ¿O no?, pues ambos, Rajoy y Toxo se entienden en gallego.

El dirigente de CCOO estima, razonablemente, que la prioridad en el ámbito nacional es impulsar un plan concertado por el empleo y la cohesión social.

Después llama la atención sobre que “es ya insoportable la tasa de paro” y añade una coletilla de humor negro: “Sobre todo para las personas que lo sufren”.

Y expresa la voluntad de su organización de participar en ese empeño “hasta donde sea necesario, conscientes de que hay que corregir el rumbo de la política económica y laboral seguida en los últimos años”.

Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra. Y Bienaventurados los pacíficos porque ellos serán llamados hijos de Dios.  Como proclamó Jesucristo en el Sermón e la Montaña.

José García Abad es periodista y analista político