La principal causa de la derrota electoral socialista es la pérdida de confianza ciudadana en nuestra capacidad para gestionar la crisis económica. La entonces oposición del PP colocó con éxito entre la opinión pública la falsa imagen de que la crisis y el desempleo, eran consecuencia del gobierno socialista. ¡La culpa es de Zapatero! gritaba Mariano Rajoy. Cuatro semanas después de la formación del nuevo gobierno conservador, la derecha y Rajoy son víctimas de su propia trampa: la salida de la crisis no está en España sino en Europa; y la receta conservadora Merkel-Sarzkozy -secundada por Rajoy- de primar la asfixia presupuestaria olvidando el crecimiento, está hundiendo a Europa y ampliando las desigualdades sociales entre los ciudadanos.

Los socialistas recuperaremos la confianza de los millones de españoles que dejaron de votarnos en las últimas elecciones si somos capaces de hacer una oposición útil, aportando soluciones alternativas a lo que más preocupa a la ciudadanía: la crisis. ¿En qué se traduce la oposición útil? Primero, en hacer una oposición dura contra el PP cuando intente retroceder en derechos civiles y recortar el Estado del Bienestar. Lamentablemente ya tenemos algunos ejemplos: anuncio de modificación de la ley del aborto y amenazas de instaurar el copago en servicios como la sanidad pública. Pero la oposición útil también implica acordar con el gobierno aquellas medidas que puedan ser útiles para la salida de España de la crisis; soluciones que pasan no por reducir sino por consolidar el Estado del Bienestar. La cohesión social no es el enemigo a batir, como lamentablemente considera la derecha, sino el aliado para acabar con la crisis económica y garantizar un crecimiento sostenible. En resumen, en una situación crítica como la que atraviesa España, el PSOE debe aparecer ante la opinión pública como lo que siempre fue: un partido al servicio de España y no una organización enredada en debates internos ajenos a la ciudadanía.

Recuperar la confianza consiste también en modernizar nuestra organización: mejorar el funcionamiento democrático del PSOE, formulando nuevos mecanismos de legitimación no sólo en la elección de nuestros dirigentes sino también en las políticas que proponemos a la ciudadanía y defendemos ante las instituciones. Las primarias abiertas, las consultas permanentes a la militancia y celebrar conferencia políticas anuales sobre la situación política general o sectorial son algunos ejemplos de las iniciativas que el PSOE debe emprender en los próximos tiempos.

Ante el 38 Congreso del PSOE, los y las socialistas debemos pensar lo justo en nosotros mismos y mucho en los ciudadanos. La oposición útil y la modernización de nuestra organización son dos elementos que contribuirán a que los socialistas recuperemos la confianza de los millones de españoles progresistas que nos están mirando y no quieren volver a sentirse defraudados. En su discurso de presentación a la secretaria general, Rubalcaba habló de ambos retos -la modernización del PSOE y la oposición útil- por eso creo que Alfredo es la persona que tiene claro el horizonte que debemos caminar los socialistas para volver a recuperar la confianza de la ciudadanía.

Pedro Sánchez fue diputado socialista en el Congreso la pasada legislatura y es profesor de la Universidad Camilo José Cela en Madrid