Es muy grave que la ultraderecha haya alcanzado la capacidad de poder dañar a la sociedad dentro de las instituciones, y esta capacidad se la han dado aquellos que primero se dedicaron a blanquearlos para después adularlos como socios de gobierno. Primero fue en Andalucía, de donde es precisamente el único senador de Vox, y ahora también está pasando en la Región de Murcia y en la Comunidad de Madrid, así como en muchísimos municipios empezando por la propia capital de España. Si hoy Vox tiene influencia y capacidad de intervenir directamente a través de la política autonómica en la vida de más de 16 millones de personas, es porque el PP y Ciudadanos así lo han permitido. Han sido ellos los que han abierto la puerta de las instituciones a Vox, también en el Senado.

Ha sido en la Cámara Alta donde la ultraderecha ha vuelto a lanzar un zarpazo, y lo ha hecho en las dos ocasiones que ha tenido para posicionarse sobre asuntos sobre los que existe un amplio consenso social. Hace seis meses las víctimas fueron las personas LGTBI que sufren acoso en el deporte. Ahora, las víctimas son los afectados por los terribles incendios de este verano en Gran Canaria. Si en febrero Vox impidió que el Senado condenara en una declaración institucional las actitudes de LGTBIfobia en el mundo del deporte, ahora Vox ha impedido que el Senado se solidarice formalmente con aquellos que han sufrido enormemente por el fuego.

La causa para este acto de absoluto desprecio hacia las personas es que Vox cree que el cambio climático es solo una ‘consigna progre’

El zarpazo de Vox es un golpe contra la dignidad y un aviso serio: la ultraderecha está en las instituciones para romper consensos sociales (como por ejemplo por la igualdad y contra la violencia machista), entorpecer la democracia y poner trabas a luchas fundamentales como es la tan necesaria lucha contra el cambio climático.

¿Por qué ha impedido la ultraderecha que el Senado se solidarice con los afectados por los incendios? La causa para este acto de absoluto desprecio hacia las personas es que Vox cree que el cambio climático es solo una ‘consigna progre’. La declaración institucional hacía un análisis sobre las causas de los incendios y pedía “prestar una atención prioritaria a la lucha contra las causas del cambio climático”.

Esta frase fue la que provocó el rechazo de Vox y, con ello, el bloqueo de la declaración ya que no puede ser aprobada si no es por unanimidad. En acto de negacionismo absolutamente irracional, la ultraderecha ha impuesto su dogma a los demás sin permitir debate alguno. Los socialistas no vamos a consentir que se salgan con la suya, pero para ello necesitamos el apoyo del resto de las fuerzas políticas. Y me temo que las derechas no perciben el peligro que supone Vox para la democracia.

La ultraderecha está demostrando que es un peligro para el planeta. Con sus tesis contrarias al cambio climático, Trump sacando a EEUU del Acuerdo de París y Bolsonaro siendo absolutamente pasivo a la hora de luchar contra los incendios en la Amazonía en Brasil, están demostrando que son un riesgo para el medio ambiente y, por lo tanto, para nuestra supervivencia como especie. Vox forma parte de ese peligro y tanto PP como Ciudadanos deben comprender cuanto antes que la dar la mano a la ultraderecha siempre tiene consecuencias desastrosas para todos. Y si no se lo creen, que consulten los libros de historia.

Ander Gil es portavoz del PSOE en el Senado