Las razones para los cambios en la Cadena SER no han sido explicados oficialmente. Lo que se ha filtrado, y esto en un digital que habitualmente recibe 'alimentación' de la cúpula de PRISA, es que en el mes de junio se produjo un fuerte enfrentamiento entre Augusto Delkáder y Fernando Abril, a quien Cebrián, o más exactamente los principales accionistas del grupo, los inversores norteamericanos de Liberty y los bancos, colocaron como Consejero Delegado para 'mirar por sus intereses' cuando pasaron a hacerse con el control accionarial que hasta entonces había tenido la familia Polanco .

<strong>Resistencias a reducciones drásticas de plantillas
</strong>Según explicaron las fuentes de la dirección de PRISA a este digital, lo que habría pasado es que Delkáder se habría resistido a que se realizaran drásticas reducciones de la plantilla diseñadas para facilitar en los próximos meses la puesta a la venta de la cadena. Augusto Delkáder es un histórico de la empresa, amigo personal de Juan Luis Cebrián desde los inicios de <em>El País,</em> en el que desembarcaron juntos en 1976. Pero aún así, su resistencia a vender la empresa le ha costado ver cómo vaciaban de cualquier poder su cargo.

Una situación muy similar, nos dice ahora un antiguo ejecutivo de la empresa, muy bien relacionado con la alta dirección del grupo, se vivió también en esas fechas en la sede de El País. En este caso, los protagonistas del enfrentamiento fueron el director del periódico, Javier Moreno, y su jefe inmediato, el Consejero Delegado, José Luis Sáinz, a la sazón hombre al que recuperaron para PRISA, tras un corto paso por Vocento, el dúo todopoderoso del grupo, Juan Luis Cebrián, y Fernando Abril.

<strong>Un 'tiburón' llamado Saínz
</strong>Sáinz, a quien llaman 'Pavarotti' por su apariencia física, y conocido por ser un 'tiburón' de dientes afilados, habría planteado a Moreno la misma situación que Abril planteó a Delkáder: reducción de plantilla, incluida buena parte de los cargos de dirección, para facilitar la posible puesta en venta del diario. La resistencia de Moreno y su equipo a este doble 'vaciado', por una lado de personal, por otro de los profesionales más cualificados, habría acelerado, según nos dicen, su caída en desgracia, que podría concretarse en su salida de la dirección del diario en unas semanas.

De hecho, en algunos medios que tienen buena información, en el interior del grupo se habla ya de algún posible sustituto. En concreto, una fuente muy bien informada, nos ha facilitado el nombre de uno de los actuales subdirectores, Jan Martínez Ahrens, como relevo de Javier Moreno.

<strong>Financieros al poder, periodistas a la calle
</strong>El posible troceo de PRISA, la colocación en el mercado de todas las empresas del grupo, no es una simple especulación de 'sus enemigos'. Ya fueron anunciadas por el propio Cebrián en la última convención celebrada con sus directivos hace unos meses. Ayer mismo, en una conferencia-desayuno en la que él era el ponente, al ser preguntado por la posible venta de la editorial Santillana, Cebrián vino a confirmar esta situación: " son los medios de comunicación -dijo-, fundamentalmente la prensa y la radio, los que se ven más afectados por el entorno depresivo". Esto contó, además de mostrar su pesar por el futuro del periodismo: "es obvio y me preocupa que haya tantos periodistas que hayan perdido su trabajo; entre otras cosas en mi empresa muchos de los que lo pierden son amigos personales y han trabajado conmigo en los últimos 20 años".

Este proceso de cambios va a continuar acelerándose en las próximas semanas, según nos aseguran. Y es para ello para lo que se habría procedido a la concentración del poder en pocas manos. En concreto, incluso se nos insinúa, que serían tan sólo Abril y Saínz, que tras la caída de Pons se ha convertido en Consejero Delegado de todas las empresas de noticias de PRISA, quienes realmente tienen poder en el grupo. Como se ve, un poder que recaería ya en manos exclusivas de financieros, con los periodistas definitivamente alejados, con las evidentes consecuencias que esta situación comporta.

<strong>Cambios ideológicos
</strong>Pero el cambio en PRISA no está siendo sólo accionarial. Además, se pretende, según nos aseguran en fuente periodísticas..., y políticas, un cambio de tendencia ideológica del grupo. En la Cadena SER este cambio se presentó como un deseo de "dar menos relevancia a la política y a los informativos en su programación". En el diario, directamente se habla de una reconversión ideológica, un giro que llevaría al diario ocupar un lugar más de centro o centro-derecha.

¿La razón? Evidentemente contar con la simpatía del Gobierno, pero también de los bancos que aceptaron cambiar parte de la deuda que mantiene el grupo con ellos -unos 3.500 millones de euros- por paquetes accionariales, hasta el punto de que poseen cerca del 40% de la empresa que una vez fue de Jesús de Polanco y su familia.

En el PSOE se conoce la deriva que está tomando la empresa. De hecho, desde finales de la primavera cuentan, según hemos sabido, con información sobre lo que está sucediendo en PRISA y se contempla con preocupación su deriva.