La“Libertad” de Ayuso en campaña resultó ser solo un eslogan que escondía su verdadero objetivo, que no era otro que el de desmantelar los servicios públicos en general y particularmente la sanidad pública.

Hoy, Madrid es la Comunidad Autónoma que menos invierte por habitante en sanidad pública. Un millón de madrileños no tienen médico de familia asignado. 200.000 niños y niñas no tienen pediatra. Una cita para la Atención Primaria puede tardar mes y medio y son tres meses para una prueba diagnóstica o para ir al oncólogo y si se trata de operarse, la lista de espera es de un año. Y la Sra. Ayuso, parece no tener bastante con esta nefasta gestión sanitaria, y defiende ahora una sanidad sin médicos, que sean los enfermeros los que atiendan la Atención Primaria. Así no es de extrañar que la sanidad sea el principal problema para el 44% de los madrileños.

Los sanitarios no aguantan más y desde noviembre mantienen una huelga en Atención Primaria por el nuevo plan de las urgencias extrahospitalarias. Ahora, el conflicto se ha extendido, ya que los médicos de los hospitales se han sumado a los paros. En tres meses han sido cientos de miles los madrileños que han salido a la calle dos veces para manifestarse en defensa de una sanidad digna. Hasta el Financial Times recoge el malestar con Ayuso “por una sanidad pública que se derrumba”.

Y ante esto, ¿qué ha hecho la Sra. Ayuso? ¿Destinar más recursos para la sanidad pública? No. ¿Sentarse a negociar con los sanitarios para buscar un acuerdo al conflicto? Tampoco. Ella no tiene el más mínimo interés en buscar una solución al problema.

Lo que sí ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid es amenazar a los médicos, asegurando que controlará su jornada laboral y prohibir las pancartas o recogidas de firmas a favor de la sanidad pública en los centros.

Lo que sí ha hecho la Sra. Ayuso es subcontratar camas a la privada para pacientes Covid a 734 euros la noche con el Zendal casi vacío. De hecho ha adjudicado en 2022 y 2023 cuatro contratos a dedo por un importe máximo de 26,5 millones de euros por ejercicio para derivar pacientes con coronavirus y necesidades especiales a hospitales privados.

Similar política es la que lleva a cabo Juanma Moreno como presidente del PP andaluz. La sanidad andaluza es la peor valorada en España. Andalucía es la segunda región con menos inversión sanitaria por habitante y en listas de espera. Además, un millón de pacientes fueron derivados a la sanidad privada en 2022, cinco veces más de lo presupuestado. Pero no queda aquí la cosa, sino que el presidente andaluz ha comenzado la privatización sanitaria en Andalucía derivando consultas de primaria a las privadas. La tarifa será 65 euros por consulta de Atención Primaria; 150 euros por primeras consultas; 90 euros por consultas sucesivas y 215 euros por consultas de “alta resolución”. Y todo ello lo hace, mientras baja los impuestos a los millonarios.

Idéntica política aplicó Feijóo como presidente de la Xunta. Desde 2009, recortó más de 1.000 millones de euros en la sanidad pública gallega, se cargó 1.300 plazas de trabajadores sanitarios y suprimió más de 900 camas. Esta clara cuál es la apuesta del líder del PP por la sanidad pública, ninguna.

Pero Feijóo sabe de la importancia que va a tener la sanidad en las próximas elecciones y por eso rápidamente ha salido a culpar como siempre al presidente del Gobierno, pero miente y sabe que miente.

Pedro Sánchez es el que más plazas de médico interno residente (MIR) ha sacado en la historia de nuestro país. Desde 2018 las plazas de medicina de familia se han incrementado en un 36% y las de MIR en un 40%. La inversión en sanidad en los PGE en 2023 son 7.049 millones, la mayor cantidad de la historia. El objetivo es fortalecer la Atención Primaria, dotar de infraestructuras y equipamientos a los hospitales, incrementar el número de médicos, mejorar la estabilidad laboral de los sanitarios y aumentar el número camas hospitalarias. Un dato: El Gobierno de Pedro Sánchez ha aumentado un 30% el presupuesto en sanidad respecto a cuando gobernó el PP. ¡No somos lo mismo!  

Las comparaciones son odiosas, pero es bueno recordar que Rajoy en una crisis mucho menor recortó en 10.000 millones sanidad y educación. Y también es bueno señalar que las competencias en sanidad están transferidas a las Comunidades Autónomas.

Hay dos modelos sanitarios en nuestro país: el que defendemos los socialistas apostando por una sanidad pública, universal, digna, de calidad y gratuita; y por otro lado, está el modelo del Partido Popular, que es el del que se cure quien tenga dinero para poder pagárselo, donde la sanidad es un negocio y no un derecho. Ahora que se acercan unas elecciones es bueno y necesario que los ciudadanos lo sepan y elijan: o PP o sanidad pública.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Portavoz Adjunto de la Dirección Socialista en el Senado, Portavoz de Hacienda y Senador del PSOE por Málaga