Disculpa que reclame unos minutos de tu atención en este momento. Pero me parece importante hacerte llegar lo que muchos socialistas sentimos.
Sabes que nunca fuiste mi preferido, pero siempre entendí que decir la verdad era la mejor manera de colaborar con un proyecto, y por eso he sido quizás dura contigo, sin darte prácticamente tregua. Lo cierto es que pienso que lo que yo diga en poco o en nada te afecta, así que tampoco debo sentirme responsable, como algunos quieren hacer creer, de los males del PSOE (no somos los críticos para tanto).
Lo primero que quiero decirte es que te escribo porque soy socialista. Lamentablemente hoy he llegado a la conclusión de que es difícil serlo estando dentro del PSOE. Y de algún modo sigo sintiéndome vinculada a esta organización porque he dedicado un tercio de mi vida a participar en el partido que tú hoy encabezas. Tuve que dejarlo con tristeza al ver que no quedaba nada en él que pudiera llamarse "socialista". Pero no por ello he dejado de sentir con orgullo al puño y la rosa como referentes de mi manera de entender el mundo. Otra cosa muy distinta es que piense -y así lo digo- que ni tú ni tu equipo habéis hecho lo más mínimo por trabajar por esos valores de igualdad, fraternidad y solidaridad. Más bien habéis convertido el partido en un erial, campo de batalla donde vuelan los puñales, prosperan los trepas y se machaca a la gente honrada y coherente. Has cortado cabezas sin ningún tipo de proceso garantista; has trampeado procesos jugando con las palabras; has promovido resoluciones ambiguas para poder asirte a lo que pudiera interesarte (a tí y a los tuyos) en cada momento. Has dinamitado el trabajo de muchas generaciones y pisoteado el legado que en su día pusieron en tus manos. No lo has hecho sólo, está claro. Has contado con la ayuda de quienes han conseguido ponerse a tu lado a base de hacer mucho mal entre los compañeros de partido -es como si fuera la condición necesaria haber destrozado agrupaciones, tener una saga familiar en cargos de partido o aplaudir muy fuerte para poder formar parte de tu equipo-. 
Pero esta historia ahora ya tiene poco recorrido. Simplemente necesitaba decírtelo, porque cuando uno se rodea de sombras acaba viviendo en la penumbra. Y así ha sucedido. 
Lo que ocurra dentro del PSOE, ciertamente, al pueblo llano le importa bien poco. Sin embargo debe ser algo que absorbe demasiada energía porque del partido solamente emanan malas vibraciones, cuitas, pugnas, venganzas. Y por si fuera poco lo que se cuece allí dentro (con razón se están perdiendo militantes a millares y votos por doquier), ahora habéis decidido emprenderla a garrotazo limpio con Podemos y sus socios. Con quienes deberían ser los aliados de los socialistas. 
Es evidente que un abrazo con Podemos os va a destrozar, Pedro. Claro, es algo que cualquiera puede ver. Un abrazo con Ciudadanos ya os ha destrozado, y a pesar de que era evidente, lo hiciste. Esperemos que no permitas de ninguna manera que el PSOE participe en un abrazo con la derecha de nuevo (entiéndase CS y PP, por activa o por pasiva). 
Estás en una difícil situación. Pactes con quien pactes, vas a pegarte un tiro. Y tu afán por querer mezclar aceite y agua te ha puesto en este brete. La incoherencia se paga, querido Pedro: decir que hoy eres el centro, que mañana encabezas la izquierda, y que pasado en Europa estás junto a la derecha en cuestiones como el TTIP al final te pasan factura. Lo mismo que le criticas a Iglesias (que baila la yenca desde el comunismo a la socialdemocracia), es lo que llevas haciendo estos dos años tú mismo (desde la tibia izquierda al centro turbio). Quizás ahora entiendas la necesidad imperiosa de apostar por la formación política dentro del partido: si no fuera por el vacío ideológico, tantas burradas no habrían sido posibles en la familia socialista. 
No hacía falta que te gastases dinero en pagar a gente para posar en fotos, salir en vídeos y hacer el "puerta a puerta". Creo que te vendría bien una voz sincera, aunque te duela. Nunca he pensado que seas alguien insensible, así que estoy segura de que unas palabras de quien no te aplauda todo el tiempo no te vendrían nada mal. Y eso puede hacerse gratis y obtener muchos beneficios, siempre y cuando haya humildad, cosa que yo no veo por vuestra parte. 
Somos muchas las personas que estaríamos dispuestas a aportar a un proyecto socialista, auténtico y renovado sin más interés que hacer las cosas de manera valiente y coherente. No pienses que somos críticos por hacer leña del árbol caído. Decimos lo que pensamos porque, como al buen amigo que se empeña en destrozarse la vida, hay que ayudarle desde la sinceridad, por muy dura que la verdad sea. 
Tender la mano hacia la izquierda será siempre en beneficio del pueblo. No te preocupes por ser mordido; puestos a perder votos, piérdelos con cierto sentido -en beneficio siempre de un proyecto para los más necesitados-. Asegura a este país que podrá salir de la caverna de la derecha. La dignidad se mantiene con los principios socialistas. Y recuerda, que "es mejor morir de pie que vivir arrodillado". Si mantienes este extraño rumbo, vas a morir igualmente pero llevándote por delante el futuro del proyecto socialista y dándole a la gente la razón para no votaros más. 
A mi tampoco me gusta Podemos, ya lo sabes. Pero sin duda, si algo no quiero es que siga gobernando la derecha. Y de ti creo que debo esperar lo mismo, pues te consideras socialista. Es cuestión de prioridades y veo que la tuya se centra en competir con quienes deberías ponerte a trabajar. Aún estás a tiempo. 
Atentamente, una socialista.