El presidente andaluz del PP está destrozando a conciencia la sanidad pública andaluza. Está batiendo récord en listas de espera y lo hace a conciencia. Mandó a la calle a miles profesionales sanitarios, cierra quirófanos y centros de salud por la tarde. Se suspenden pruebas diagnósticas y no se repara el material sanitario, como el caso del mamógrafo del centro de salud de Puerta Blanca en Málaga, que lleva meses sin funcionar, lo que ha supuesto posponer las citas, con el consiguiente riesgo que esto supone en caso de patología cancerígena. ¿Por qué juega Moreno Bonilla con la salud de los andaluces?

Actualmente hay hasta 15 días de espera en Atención Primaria, se recortan médicos en los pueblos, hay 300.000 niños y niñas en Andalucía sin pediatras y cientos de consultas, quirófanos cerrados por las tardes y aparatos de diagnóstico sin utilizar por falta de personal. También hay plantas cerradas desde principios de verano, como la de pediatría el Hospital Materno Infantil de Málaga, que sigue sin fecha para reabrirla. ¿Por qué juega Moreno Bonilla con la salud de los andaluces?

Con el dinero destinado por el Gobierno de la nación, la Junta de Andalucía llevó a cabo 20.000 contratos eventuales de sanitarios por la Covid, pero Moreno Bonilla pocos meses después mandó a 8.000 a la calle. Hoy sigue recortando contratos, de hecho, de los que terminaron en septiembre, incluidos médicos especialistas, apenas se han renovado unos pocos. Aunque no existen cifras oficiales, el sindicato UGT cifra en que sólo quedan unos 5 ó 6 mil, o lo que es lo mismo, entre 14.000 y 15.000 sanitarios habrían sido despedidos. ¿Por qué juega Moreno Bonilla con la salud de los andaluces?

Y ante este caos sanitario, ¿qué medidas piensa adoptar el presidente del PP andaluz? ¿Destinar más recursos a la sanidad pública? No. ¿Incrementar el número de sanitarios? Tampoco. Lo único que se le ha ocurrido es destinar 734 millones de euros para concertar operaciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas con varias clínicas privadas durante los próximos cuatro años. ¡Esto representa un ataque mortal a nuestra sanidad pública!

El presidente andaluz del PP le está tomando el pelo a los andaluces, asegurando que todos estos millones destinados a la sanidad privada son para reducir las listas de espera. Y si son para esto, ¿por qué no se invierten todos estos recursos en mejorar la sanidad pública y contratar más médicos?

Moreno Bonilla lleva más de un año sin hacer públicas las listas de espera, concretamente desde junio de 2022. ¿Por qué será? Lo único que se sabe es que la Junta de Andalucía remitió hace poco al Ministerio de Sanidad que había 172.000 pacientes en espera de una intervención quirúrgica y 906.000 aguardando consulta con un especialista, lo constituye la tasa más alta de todo nuestro país y de la historia de la región.

Pero la cosa no queda aquí, porque el tema es tan atroz que contempla extender los citados conciertos con la sanidad privada a “provincias limítrofes de otras comunidades autónomas”. Esto supone que clínicas de Extremadura, Castilla La Mancha y Murcia podrán concursar y que los pacientes andaluces tendrán que ir a ellas para ser atendidos. ¡Una auténtica barbaridad! ¿Y el transporte a otras provincias fuera de Andalucía lo tendrán que pagar los pacientes de su bolsillo? ¿Y los familiares que los acompañen?

Sr. Moreno Bonilla su gestión sanitaria es nefasta. La solución a las enormes listas de espera sanitarias no pasa por debilitar la sanidad pública para favorecer el negocio de lo privado, pasa por invertir más recursos en la sanidad pública. Entérese y deje de poner en riesgo la salud e incluso la vida de los andaluces al no recibir un tratamiento médico a tiempo.

Pero nada detiene a Moreno Bonilla en su cruzada para destruir la sanidad pública a cualquier precio, tanto es así, que mientras destina millones y más millones a la privada reduce la contratación de personal en los hospitales a la mitad, es el caso del Hospital Regional de Málaga. Según denuncia el sindicato UGT, en los próximos meses se van a recortar a la mitad los contratos. De los 1.792 que se hicieron en enero, en octubre solo se harán 895, es decir un 50% menos. ¿Cómo explica esto?

El destrozo sanitario abarca a múltiples ámbitos, por ejemplo, la bolsa del Servicio Andaluz de Salud lleva paralizada dos años, desde 2021, lo que provoca que los profesionales sanitarios no puedan inscribirse ni actualizar sus méritos, todo ello como denuncian los sindicatos, para tener la excusa perfecta de contratar a dedo.

Enfermeras del Hospital Materno de Málaga han alertado que hay 80 bajas sin cubrir y aseguran que la plantilla es totalmente insuficiente para garantizar la seguridad y la calidad de los cuidados ¿Por qué juega Moreno Bonilla con la salud de los andaluces?

Andalucía también está a la cola de recursos para la salud mental. En la Unión Europea la ratio de psicólogos clínicos por 100.000 habitantes ronda los 5,5; en España ese dato es algo mayor, un 6; pero en Andalucía es la mitad, un 3,2. ¡Qué poco le importa a Moreno Bonilla también este problema que es de los más preocupantes en la actualidad!

Y mientras tanto uno de cada cuatro andaluces, el 25% ya se paga un seguro privado, que tampoco es la solución, porque ya existen listas de espera en la privada y porque cuando la enfermedad es grave derivan de inmediato al paciente a la sanidad pública y si esta se deteriora cada día más por falta de recursos, ¿qué futuro le espera a los pacientes andaluces?

Claro que hay médicos en Andalucía, lo que no hay son facultativos dispuestos a trabajar en condiciones precarias, con contratos por días y bajos salarios. Ya está bien de que el presidente andaluz del PP esté todo el día sin trabajar y únicamente criticando al presidente Pedro Sánchez, los andaluces merecen respuestas a sus problemas y uno de los problemas más graves que tienen en este momento, es la denigrante sanidad pública.

Moreno Bonilla ha confirmado que irá a la manifestación contra la amnistía a Barcelona, esto es lo único que le importa; el ruido, las mentiras y la confrontación contra el gobierno. Pero poner en riesgo la salud e incluso la vida de los andaluces, por falta de una atención sanitaria digna, le preocupa bastante menos, por no decir, que no le importa casi nada.