En la radio, sin empacho, delante de millones declaró, se declaró, como responsable de la trama Gürtel, al haberles permitido seguir haciendo de las suyas cuando él, muy digno, les cortó el grifo de Génova. Claro, aquí no hagáis nada pero fuera yo hago como el mono, ciego, sordo, mudo y tonto. Muy tonto debía ser entonces o muy agradecido a Correa, ya que en diciembre de 2004 se le advirtió, junto a la sultana de Bombay (cuéntanos la verdad ESPE, te sentirás mejor), de un pelotazo en Arganda, por el que ahora se sentará en el banquillo, el poca vergüenza de Fernando Martin, entonces dueño y señor de Martinsa y del Real Madrid, íntimo de círculos esperancistas y de vicepresidentes con mucho poder y muy viajados.

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