Aparentemente, podría decirse que Merkel y Sarkozy por fin tienen a la crisis contra las cuerdas, que están a punto de liquidarla y que sus múltiples iniciativas son las adecuadas. Sin embargo, la verdadera situación no deja de ser más que un brindis al sol de la banalidad y de la ignorancia. Sus bandazos, que son muchos y a menudo contradictorios, recuerdan el pánico de los navíos atrapados en mitad de una tormenta y con riesgo evidente de hundimiento. Grecia es el espejo lamentable de un naufragio no del todo consumado, pero casi.

¿Los dueños de la vieja Europa?
Esta pareja procura dar cada vez más la impresión de que son –por el derecho que se atribuyen siempre los más grandes y los más fuertes- los dueños de la vieja Europa. El diario Público de ayer publicaba en portada una foto de Merkel y de Sarkozy, acompañada del siguiente texto: “Merkel y Sarkozy imponen SU Europa”. Lo cierto es que el nuevo Tratado, que la pareja franco/alemana planteará el próximo viernes, no será una Constitución para el conjunto de la Unión Europea, impulsada y votada por los ciudadanos, sino a lo sumo una Carta Otorgada, de aquellas surgidas -sobre todo en el siglo XIX- del poder absolutista de los reyes y no del pueblo. No olvidemos que los absolutistas sostenían aquello de “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Políticos rehenes
Hace unos días, el excanciller alemán Helmut Schmidt, a sus 92 años y en silla de ruedas, participó en el Congreso del SPD. Según el corresponsal de La Vanguardia en Alemania , Rafael Poch, Schmidt dio (…) la razón al principal filósofo alemán vivo, el octogenario Jürgen Habermas, al suscribir su advertencia: “Por primera vez desde la fundación de la UE, la democracia está en peligro”. Minutos antes había señalado: “El discurso en clave nacionalista del “matón alemán” está rompiendo Europa (…)” y añadió que acusaba “al Gobierno alemán, que preside Merkel, de haber roto el equilibrio histórico europeo entre centro y periferia, la fórmula ideada hace sesenta años por los padres fundadores de la UE para evitar la crónica enfermedad bélica del continente europeo”. Y subrayó que, en la actualidad, “los políticos han sido tomados como rehenes por los mercados financieros”.

Son tiempos difíciles
Este viernes, Rajoy se estrenará –aunque todavía no haya sido investido presidente- en el escenario de la UE. Su favorita política es Merkel. Entre sus favoritos se encuentra también Sarkozy. ¿Qué dirá Rajoy si algún periodista le pregunta sobre si comparte o no el temor de Schmidt acerca de que “por primera vez desde la fundación de la UE, la democracia está en peligro?” Pues no dirá nada. O apenas nada, como acostumbra. Afirmará que son tiempos difíciles, que toda la nación española le ha de ayudar para salir de la crisis y que su sentido común le indica que la democracia en Europa no está en peligro. ¡Ojo, cuidado, empieza la era Rajoy!

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM