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PREFACIO


Parar siete meses la Generalitat Valenciana


La situación financiera de la Generalitat Valenciana es tan grave que el problema no es ya el retraso en los pagos a los proveedores (o el impago de las facturas de mantenimiento) sino la imposibilidad de obtener dinero para saldar las actuales deudas. Según los expertos, sería necesario “parar” la Generalitat durante siete meses para llegar a un “punto cero” en el que se equilibrara la balanza.

En la actualidad se estima en 45.000 millones de euros el déficit por impagos y facturas pendientes previsto para 2011 en la comunidad que gobierna Camps lo que, junto a una extrema falta de liquidez para esos “pequeños gastos” como las facturas de teléfono, correos o electricidad, nos obliga a ser pesimistas ante las drásticas medidas que sin duda se aplicarán a partir del 22 de mayo y a las que nadie, al menos nadie del PP, hará alusión durante la campaña electoral autonómica.

Consideremos que a fecha de hoy, el déficit de liquidez de la Generalitat Valenciana se ha multiplicado por cinco respecto al que Eduardo Zaplana le dejó a su sucesor, Francisco Camps, hace nueve años.

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