Lo primero, deciros que estoy muy contenta porque he superado los 50.000 followers. Esto con Franco no pasaba. Y lo segundo, que no salgo de mi asombro con los comunistas. Han cambiado la hoz y el martillo por un corazoncito y con esas barbas ahora parecen los osos amorosos. ¡Si Stalin levantara la cabeza!

Y fijaos si serán raros estos nuevos comunistas, que el arzobispo de Valencia, monseñor Cañizares, ha dicho que el gobierno de Ximo Puig y Mónica Oltra le recuerda al franquismo, ¡cuando se censuraban homilías! ¡Ojalá!

La democracia le gusta poco. Le adoro:

El Señor se ha llevado consigo a ese boxeador tan famoso. Me gustaba como atizaba, pero le dio por luchar por los derechos humanos y se echó a perder. ¡Y menudo lío con su nombre, creo que se lo cambió por uno moro!

Y han registrado la sede del Banco Santander. Esto con Franco no pasaba:

Menos mal que está el Banco de Arriba España para meteros en vereda:

Los Beatles no me gustaban porque eran muy modernos para mi época, pero ahora veo que Paul ha sentado la cabeza:

Ahora los mariquitas enseñan el culo en Twitter en lugar de estar detenidos. ¡Mi nieto @FlanaganMcPhee no tiene remedio! Esto con Franco no pasaba.

Y Mariano Rajoy pone tuits con rayas y claro, la gente aprovecha y hace fotomontajes de esos. Aquí parece un mono de Gibraltar. ¡GIBRALTAR ESPAÑOL!

El fútbol cada día lo entiendo menos:

Menos mal que todo parece en orden:

Sobre todo ahora que el paro ha bajado de los 4 millones. Y eso que parecía difícil:

Se nota el veranito:

El que no para es el Coletas. Le he visto todos los días en la tele, y algún día dos veces:

Ayer puse la uno y ¡qué alegría! ¡Una corrida! ¡De toros, digo! Eché un vistazo al móvil y estaban los tuiteros protestando, como siempre, incluído Dios. ¡Pero si Dios nos dijo en el Génesis que podíamos hacer con los animales lo que nos diese la gana! Claro, es muy mayor el pobre y ya se le ha olvidado:

¿Y el pobre Messi, que acaba en el banquillo por, como diría Ana Rosa, un error informático?

Menos mal que hemos ganado Roland Garros. ¡Por los pelos, eso sí!