La reducción del déficit público es la gran prioridad y Salgado saca dineros de donde puede y en este caso puede hacerlo con facilidad. Otra cosa es que las Comunidades Autónomas que tienen una extraordinaria fertilidad empresarial sigan el ejemplo.

Concretamente la SEPI desaparece de Iberia felizmente casada con British Airways bajo la denominación de IAG,  sale de la alimentaria Ebro Puleva, y reduce a la mitad su participación en REE, la empresa que dirige quien fuera ministro socialista Luis Atienza

El grupo estatal se queda solo con lo obligatorio en Red Eléctrica Española que por ley fundacional es del 10 por ciento como mínimo.

La verdad es que esta compañía que en su día fue creada por Felipe González para instrumentar la nacionalización de la red de alta tensión, la única que aparecía en el programa socialista, ha sido estratégicamente acertada y un gran negocio.

Con estas ventas la Sepi obtendrá unos 900 millones de euros a precios actuales que junto a la drástica reducción de costes de personal decidida por Martínez Robles le permitirán ofrecer buenos resultados.

Sin embargo en el futuro, el grupo público reduce una fuente de ingresos que compensen las fuertes pérdidas de la mayor parte de sus empresas.

Esta es la segunda venta significativa de participaciones empresariales que ha efectuado el grupo durante la gestión socialista.

La anterior operación tuvo lugar en 2007 cuando la Sepi vendió el paquete que mantenía en Endesa, una empresa que nació pública y acabó en manos de Enel, otra empresa pública pero del estado italiano.

La Sepi adelgaza pero no reduciendo grasa sino nervio. Le quedan 18 empresas de participación mayoritaria, entre las que se encuentra HUNOSA que jamás ganará un euro y Navantia, la de los astilleros.

En total el holding público da empleo a unos   30.000 trabajadores.

José García Abad es periodista, escritor, director de El Siglo y analista político