El Banco de España no ve una milagrosa recuperación del ladrillo en España, ni de la construcción de vivienda nueva ni del sector inmobiliario. Sí considera que hay una "estabilización incipiente" pero con dos matices relevantes: el elevado stock de viviendas que quedan sin vender y la evolución demográfica a corto y medio plazo. Con su último informe el Banco quiere poner coto a otros estudios con conclusiones poco menos que eufóricas que han emitido entidades financieras privadas o asociaciones vinculadas al negocio inmobiliario.

España pierde y perderá población
El informe se centra en la demanda potencial y el stock, pues el segundo podría satisfacer en gran medida las necesidades de la primera. La población en España se contraerá un 2,2 % entre 2014 y 2029, resultado de un descenso del 36,7 % en los ciudadanos extranjeros que no se compensa por un aumento del 1,6 % en los españoles (incluidos los nacionalizados). Así, en el 2029 habría 19,1 millones de hogares en España, un millón más que en el 2014. Eso en el escenario más conservador, porque en el otro extremo podrían elevarse hasta rozar los 22 millones (3,6 millones más que el año pasado). Supondría una creación media de entre 63.000 y 238.000 nuevos al año.
Incluso con las previsiones más favorables, la cifra de hogares que se crearán los próximos 15 años apenas sería un 20 % de los del período 2003-2014. Por eso, el Banco de España pide "cautela" y recuerda que, según el Ministerio de Fomento, el stock de vivienda nueva pendiente de vender a finales de 2014 se aproximaba a las 540.000 unidades, un 17,5 % menos que su máximo en el 2010.

"Suave recuperación"
El Banco de España prefiere hablar de "suave recuperación" o de estabilización frente  al análisis casi triunfalista del BBVA Research, que reduce ese plazo a "los próximos trimestres", aunque sin concretar más. Este servicio de estudios prevé un fuerte crecimiento de las hipotecas para compra de vivienda, al tiempo que ve "una evolución positiva en la superficie de solares urbanos vendidos, considerada la antesala de la iniciación de nuevas promociones residenciales". También el Banco Santander ven un enfoque más «propicio» desde las entidades financieras a dar préstamos a los promotores, lo que les confirma su idea de que "la mejora" del sector "parece haber llegado para quedarse".

Las nuevas hipotecas no crecen como se dice
El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, señaló recientemente que se constata la reducción de la contracción del stock del crédito para vivienda, pero no un crecimiento neto. "La tendencia de recuperación aquí -las nuevas hipotecas representan menos del 10 % del mercado- será gradual", recordaba.

En su último informe apunta que la demanda de vivienda depende más de elementos coyunturales y no sólo de la disponibilidad de crédito, como por ejemplo la tasa de paro (fundamentalmente la juvenil, por ser quienes están en edad preferente de crear un hogar) o el coste de uso de la casa. Además no hay que olvidar el "todavía elevado" endeudamiento de las familias, junto al "abultado" stock aún existente de inmuebles sin colocar, factores que "podrían limitar la recuperación del sector en el corto plazo".

Por ello, el Banco de España advierte de que puesto que todavía estamos en "niveles muy reducidos de actividad, no es descartable que las etapas iniciales" de esa mejora del mercado "puedan venir acompañadas de algún efecto rebote de cierta intensidad".