El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el Papa Francisco en su reciente encuentro en el Vaticano hablaron largo y tendido de la necesidad de emprender una acción radical en la cumbre del clima, que empieza este lunes en Glasgow. Pero no parece que sus buenos deseos vayan a plasmarse, aunque ambos señalaron su compromiso común con la protección del cuidado del planeta, la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia del Covid-19. También analizaron con preocupación el tema de los refugiados y la necesidad de fomentar la paz en el mundo mediante la negociación política. 

A partir de este martes comprobaremos cual es la actitud que será capaz de mantener el presidente de Estados Unidos ante el resto de países representados en Glasgow. La cuestión de los que intentan entrar en EE.UU. a través de la frontera sur con México y son rechazados será puesta a prueba. También será interesante comprobar la posición del representante del Vaticano, el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, que recogía en una entrevista este mensaje papal: "Tenemos los medios y los recursos para un cambio de rumbo, lo que todavía parece faltar es una clara voluntad política". Aunque lo que diga este último tendrá carácter testimonial, subrayarlo en la cumbre no será poco.

Cuando se abre la cumbre, no parece que los acuerdos sobre recortes de emisiones contaminantes vayan a convertirse en una gran victoria medioambiental y por ejemplo comprobaremos también qué Estados prometen abandonar el carbón. En todo caso, aguardamos muy atentos para comprobar qué posiciones sostendrá el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Sea como sea, el encuentro entre Biden y Francisco supone un positivo signo de proximidad. Han contado que ambos rezaron por la paz y que el Papa bendijo el rosario que llevaba el líder norteamericano, al que felicitó por ser un buen católico y que debería seguir recibiendo la comunión. Esas palabras vinieron a ser como una regañina para los obispos estadounidenses, proclives a negar la Eucaristía a aquellos católicos que no reprueben el aborto. Este es el caso del presidente norteamericano.

Con alforjas llenas de buen entendimiento, el presidente y la Santa Sede participarán en este encuentro mundial de la XXVI Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático denominado COP 26 (Cooperación de las partes) que se celebrará hasta el día 12 y al que asistirán más de 30.000 delegados. El Papa ya ha pedido a los líderes que la cumbre dé esperanzas a las generaciones futuras. destacando la importancia no solo de mitigar el cambio climático sino de ayudar a los más vulnerables.  En similar línea, el teólogo progresista Leonard Boff, señalaba en un artículo reciente como “verdaderos causantes” del calentamiento global, a las megacorporaciones que no respetan los límites de la naturaleza.  Boff remite a la lectura de la encíclica papal Carta de la Tierra: “…Estamos en el mismo barco: o nos salvamos todos o no se salva nadie”.