Como auténticos millonarios
Los miembros de esta real familia se prodigan como unos millonarios que, incoherentemente, juegan a ser "gente normal" cuando tendrían que ser más cautos con la ostentación. Tener sangre azul en las venas y simular que se lleva una “vida normal” (trabajar en un banco, llevar a los niños al “cole”) son circunstancias incompatibles en una estirpe ajena al resto de unos mortales (súbditos forzosos, deseen o no la monarquía) que nunca tendrán sus prebendas ni transmitirán de padres a hijos tanto poder como ellos hacen en base a unas prerrogativas arcaicas y nada democráticas como las que contempla la ley de “sucesión” al trono.

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