Decía el filósofo Aristóteles que el hombre era un "zoon politikon”. Es decir, un animal político. Y sobre esta frase seguramente se han vertido ríos de tinta.
Si buceamos en el significado de esta simple frase, nos encontramos en la necesidad de que los hombres y las mujeres del mundo no seamos nunca seres pasivos de la sociedad. Nosotros somos la sociedad y ésta se construye siendo activos y activas pues ninguna conquista ni cambio social se ha conseguido sin movernos.
Hace años que llevo escuchando frases tales como “todos los políticos son iguales” o “no votes: no sirve de nada” y demás disparates antidemocráticos salidos de la misma fuente: los poderosos. Y es que no hay mayor amenaza para ellos que un Pueblo que se mueve, que está vivo, que siente y tiene inquietudes sobre lo que pasa a nuestro alrededor.
La antipolítica tiene varias vertientes, a saber:
Informativa: cuanto más se silencie una noticia que no interese al poder, mejor para manejar y manipular a la masa.
Política: cuanto más ruido se genere vociferando consignas vanas, huecas, estériles pero sencillas y fáciles de calar, más sencillo será que la antipolítica triunfe.
Social: necesitan generar la suficiente alarma social o lo contrario que puede ser el silencio informativo para que los partidos políticos que representan esas ideas, puedan hacerse con el poder.
Educativa: cuanto menos se invierta en Educación Pública, menos formada estará la sociedad y por tanto, más embrutecida y más ignorante será y con ello, conseguirán que la gente sea más manipulable y más fácil de engañar.
Asimismo, a nivel educativo un partido de extrema derecha siempre abogará por hacer negocio con la Educación de forma que ésta sea elitista y minoritaria para que sólo los más pudientes puedan ser formados y siendo unos pocos, puedan ser capaces de controlar a esa masa embrutecida de la que hablo y que siempre ha sido tan necesaria para el auge del fascismo.
A todo esto, la antipolítica necesita generar caos y confusión. Por eso, su táctica pasa por entorpecer todo tipo de avance social y económico para las clases humildes de modo que éstas les vean como la “solución” a sus problemas cotidianos. De hecho, si escuchamos a esos políticos de Extrema Derecha, veremos que ellos y ellas se presentarán ante la sociedad como los verdaderos adalides de la defensa de la patria y de los símbolos nacionales pero en este caso, una patria excluyente donde sólo cabrán las élites a los que pretenden que se dirijan todos los beneficios convirtiendo una sociedad de ricos y pobres impidiendo que la Educación sea ese ascensor social que combata las desigualdades.
Hay unas cuantas frases muy populares como esa que supuestamente dijo Franco en su momento de “haz como yo: no te metas en Política”. Y tanto si fue suya como si fue de otra siniestra persona, aún sigue existiendo en el imaginario colectivo revoloteando puesto que hay personas que a veces te lo sueltan porque meterse en Política según ellos es un lío y sin embargo, soy de los que piensan como el recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara que la Política es un bendito lío porque la vida en sí es un lío pero es tan maravilloso que si meterse en él hace que las personas podamos mejorar con nuestros actos la vida de todos y de todas pues entonces, la Política es un lío maravilloso y necesario para hacer de este mundo un lugar mejor y más justo.
También quiero acogerme a esa frase que se atribuye a Antonio Machado, poeta sevillano: “Haz Política porque si no la haces otros la harán por ti y seguramente contra ti”. Ahora bien, yo animo a todos y a todas las personas y sobre todo a la gente joven que hagan Política pero sabiendo que ésta debe hacerse bien. Hay que seguir el ejemplo de Pedro Sánchez el cual siempre ha destacado que lo importante no son las nuevas ni las viejas políticas, un mantra que decían no hace mucho formaciones políticas nuevas sino que lo importante es hacer buena Política.
También es antipolítica quedarse en casa y no ir a votar. Es antipolítica porque si lo haces, vendrán o seguirán los recortes en derechos y libertades como en Sanidad Pública y surgirán problemas como el de los cribados de cáncer de mama en Andalucía.
Será antipolítica siempre aquella que se basa en mentiras, manipulaciones, bulos, fakes news, el odio y el miedo y por ello, conviene rebelarse contra ello siendo exigentes y demandar información objetiva, contrastada y veraz frente a esa máquina de mentiras que representan esos pseudomedios que proliferan en Internet.
Y para ello, hemos de exigir todos los días que se nos enseñe lo que es verdad y lo que es mentira con datos reales y fidedignos que no dejen lugar a la duda nunca porque también se centran en eso los representantes de la antipolítica como Alberto Núñez Feijoó, Santiago Abascal, Isabel Díaz Ayuso y demás satélites políticos que representan a esas terminales poderosas que les tienen como representantes a fin de controlar el poder para someter al Pueblo para sus intereses en contraposición clara con esos políticos que tienen en el interés común su centro de acción político.
Es por eso que aún viendo bien y necesarias todas y cada una de las movilizaciones y manifestaciones de la gente en la calle como las que ahora vemos en Andalucía por el escándalo de los cribados de cáncer de mama que denunció en primer lugar la asociación AMAMA, no será suficiente todo esto si luego la gente no sale en masa a votar a aquellos partidos políticos que defienden los servicios públicos que solucionan, mejoran y sobre todo, salvan vidas.
Aprendí un lema en mis tiempos de militancia en Juventudes Socialistas de España que decía algo muy sencillo: “No te calles en las calles” y yo lo invoco como uno de los principios de fortalecimiento social frente a aquellos que utilizan el poder para amordazarnos, amedrentarnos y que hacen que nuestra supervivencia se vea amenazada de forma permanente en todos los sentidos y en cada momento.
Dije no hace mucho que el fascismo no tiene nada de guay y lo dirigí sobre todo a la gente joven pero no contento con eso, lo hago extensible a todos los ciudadanos mayores de edad sea ésta la que sea. Y no lo hago apelando al miedo. Lo hago aludiendo a todos y cada uno de los derechos conquistados que hemos logrado en nuestro país a lo largo de los años de esta etapa democrática. Lo hago hablando de la multitud de avances conseguidos desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno allá por 2018.
No consintamos volver a tiempos oscuros recientes. No dejemos que cale la idea falsa de que la Dictadura de Franco no fue para tanto o que en esa época se vivía mejor.
Tampoco caigamos en la falsa idea de libertad que personajes como Isabel Díaz Ayuso entendiendo ésta como aquella que utilicen los ricos a los que defiende para usarla contra el interés general sometiendo al Pueblo para conseguir sus sucios fines e intereses (sobre todo, económicos).
Usemos la memoria democrática particular de cada uno para dejar claro que una Democracia tiene el deber de avanzar y no retroceder como quiere la antipolítica, el germen necesario para que la ultraderecha triunfe.
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