No parece, en todo caso, que esa corriente de indignados con el PSOE cambie de rumbo en tres semanas y acabe regresando al redil. Pero la indecisión aún se mantiene, con lo cual –en teoría, al menos- podría ser posible en las urnas próximas, lo que todos o casi todos dan por imposible. Belén Barreiro subraya tres formas de vinculación con el modelo socialdemócrata español.

Fuertes tensiones internas
La utilitarista; que es la versión del pragmatismo. La ideológica; que rechaza el recorte que sufre el PSOE en sus planteamientos de izquierdas. Y, por último, la pendular, que aboga por la alternancia cada ocho años. Señala la autora que, por otro lado, “son personas que sitúan al PP en posiciones lejanas a las suyas. Entre los ideológicos, la derecha provoca auténtico rechazo. Pero incluso los utilitaristas y los pendulares sienten que el PP es un partido que no tiene mucho que ver con ellos, ni con lo que son ni con lo que piensan (…) Su posible victoria les provoca fuertes tensiones internas. Más aún si es por mayoría absoluta y en unas condiciones de concentración de poder autonómico y municipal sin precedentes”.

Observación relevante
Una observación de Belén Barreiro –la última de su artículo- nos parece, desde ELPLURAL.COM, muy relevante: “La distancia con el PP no responde únicamente a las diferencias ideológicas con el partido. También se debe a la forma que tienen los populares de ejercer el poder. Cada vez que un político del PP insulta a un manifestante o a un huelguista, cada vez que un Gobierno autonómico del PP vulnera la neutralidad de los medios de comunicación públicos, cada vez que un dirigente del PP ataca la educación pública, los antiguos votantes socialistas se revuelven. Incluso los pendulares se preguntan si será verdad que la alternancia refuerza siempre la democracia. Son ellos, utilitaristas, ideológicos y pendulares, los que contribuirán decisivamente al desenlace final”.

Más razón que una santa
Tiene Belén Barreiro en su exposición más razón que una santa. Lo más difícil, sin embargo, es que se produzca el milagro de las urnas. Pero no hay que descartarlo. Algunas veces, más bien pocas, los dioses se compadecen de los humanos socialistas y les ayudan a contemplar la luz del sentido común, de la ilustración, de la democracia y de la sensibilidad social. Son virtudes que no adornan precisamente a Mariano Rajoy. Ni al PP en su conjunto, claro.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM