El precio del barril de petróleo roza los 140 dólares, casi en el máximo histórico desde 2008. Hace un año, estaba a 60, la mitad. Además, inflación generalizada. La esperada recuperación económica se complica y todo apunta a que, en los próximos meses, estaremos con la temida estanflación. Menudo panorama.

Y tú, como Facility Manager ¿cómo puedes ayudar? ¿cómo puedes dar un impulso al ahorro de costes en el lugar de trabajo? Innovando con tres pasos.

En primer lugar, reduciendo el espacio de oficina al que realmente necesitas. El entorno laboral actual permite esto y mucho más. Este nuevo lugar de trabajo, surgido o más bien acelerado por la pandemia, ha hecho que el nuevo entorno de trabajo haya experimentado cambios irreversibles: el modelo híbrido de trabajo. Un modelo que nos hace replantearnos las necesidades de espacios reales a futuro.

Mediante una solución de capacidad o de ocupación podemos optimizar el espacio, además de ahorrar en costes, pues el ahorro de espacio de oficinas puede llegar hasta a un 50%, lo que impacta directamente en la cuenta de resultados.

 

Pero, además, tendremos información en tiempo real de cuántas personas hay, no sólo en el edificio, sino por cada planta o lugar que estemos midiendo.

Por otro lado, debemos ajustar la climatización a los espacios en uso

Adecuar la climatización de la oficina a las personas que hay en ella, lo que permite reducir, de una forma importante el consumo de luz. En este sentido, debemos ajustarlo a cada hora, a cada día de la semana y en tiempo real. De todo lo que consume un edificio en sus operaciones, la climatización puede llegar a representar la mitad. Seguramente si se mira, puede encontrarse una bolsa de ahorro nada despreciable.

Además, se puede sintonizar la necesidad de circulación del aire para garantizar la salud de los ocupantes del edificio, pero también, sin un derroche de energía. El control de la calidad del aire, más allá de lo básico, temperatura y humedad, alineado con los estándares internacionales, incluye factores que tienen un elevadísimo impacto en la salud a largo plazo de los empleados como las partículas de polvo o los compuestos orgánicos volátiles.

Otro factor, el CO2, que la pandemia ha hecho rey como indicador de ventilación para el Covid. Es posible mantenerlo en buenos niveles, evitando tener de forma permanente la climatización a tope y, en consecuencia, gastando energía. A través de los sensores, se envía esta información a la plataforma que inmediatamente envía alertas en tiempo real a los gestores para que remedien las situaciones e, incluso, en algunos casos se automatizan.

De cara a los empleados, además, la plataforma de Metrikus te permite comunicarlo a través de pantallas para que estén en todo momento informados de la calidad de aire que están respirando. En cualquier encuesta de consumidores, aparece reflejado el aumento de la concienciación sobre la salud que tienen hoy en día las personas.

Por último, es el momento de la medalla. Debemos dar a conocer a todo el mundo los ahorros que hemos conseguido pero, sobre todo, al equipo de analítica avanzada de la empresa. Decirles que hay datos, muchos y en tiempo real, para que ayuden a predecir cuántas personas vendrán a la oficina la próxima semana y así poder ajustar los servicios de soporte y cafetería a lo que realmente se necesita.

A estas alturas, te estarás preguntando ¿Cómo? Con tecnología de edificios inteligentes e Internet de las Cosas para fusionar tu espacio físico con el espacio digital.

 

Por cierto, estarás también contribuyendo a reducir emisiones de una forma importante. Una de las principales fuentes de emisiones de CO2 procede de la construcción e inmuebles. El 20% en concreto, según un informe global de PwC (que incluye USA, Europa y China), y de este porcentaje, las dos terceras partes provienen del día a día de los edificios.

Susana Quintás, Senior Advisor para España y LATAM de Metrikus