Se calcula que la masía Can Sala Gros existe desde 1497. Desde hace cinco años, alberga Mas Salagros EcoResort, el primer EcoResort 100% ecológico de la Península Ibérica. Ubicado en Vallromanes, a veinte minutos de Barcelona, sus vistas dan al Parque protegido de la Serralada Litoral, integra un circuito termal de aguas, tiene un funcionamiento plenamente sostenible y, a la mesa, sirve gastronomía ecológica y mediterránea. Hablamos con Reinald Gimeno, Director Comercial del espacio.
¿Cómo surge la idea de Mas Salagros EcoResort? Los inversores iniciales tenían muy claro que querían ser los pioneros en abrir un proyecto que fuera sostenible y ecológico, y que, no por ello, dejara de ser confortable y, en cierto sentido, “lujoso”. Ubicado en un parque natural protegido, no lo podían entender de otra forma.
Lo que hoy es Mas Salagros EcoResort fue hace años una antigua masía fechada en 1497 conocida como Can Sala Gros. ¿Fue fácil abrir un resort en un espacio así? Lo cierto es que la naturaleza y esencia del proyecto (sostenibilidad, integración, respeto al entorno, ADN ecológico…) lo hizo viable, junto con la cuidada restauración de nuestra increíble masía.
¿Qué veis desde la ventana? Cada estación del año nos regala sus colores y olores en la variada flora típicamente mediterránea, así como los sonidos, la belleza y las costumbres del día a día de su fauna (pájaros singulares, insectos…)
EcoResort cuenta también con un circuito termal gestionado por la firma internacional AIRE Ancient Baths Vallromanes. ¿Cómo nos benefician las aguas termales? Teníamos muy claro que el concepto que AIRE tiene del bienestar y la desconexión, a través de su circuito de aguas y tratamientos, maridaba perfectamente con el concepto de Mas Salagros y su slow life.
¿Qué es el movimiento slow life? Consiste en algo que es muy sencillo de explicar aunque no tanto de practicar, por eso creemos que es tan importante que existan proyectos como el nuestro: detener el tiempo y nuestro día a día, dejándonos cuidar por la naturaleza y por lo que ella nos ofrece para nuestros cinco sentidos.
Garantizáis la sostenibilidad de vuestros recursos con sellos europeos, ¿verdad? Efectivamente, exigimos a nuestros proveedores la certificación correspondiente.
Ofrecéis gastronomía ecológica y mediterránea. ¿Cómo accedéis a vuestros proveedores? En nuestros tres restaurantes, con propuestas muy distintas, y en nuestro lounge bar ofrecemos productos certificados 100% ecológicos. Es un reto diario, que no entiende de prisas ni exigencias y que nos obliga a trabajar y crear con lo que el campo ofrece en cada temporada, y con lo que nuestros proveedores seleccionados y de proximidad nos pueden ofrecer de una forma sostenible.
También tenéis huerto propio, ¿qué cultiváis y qué se os resiste? La primavera y el verano son, por excelencia, las estaciones en las que nuestros chefs disfrutan más: tomates, judías, pimientos, lechugas… Un sinfín de productos llenos de sabor y de frescura. El invierno se resiste un poco más, y alternamos con zanahorias, cebollas, habas…
¿De qué energías eficientes disponéis? En Mas Salagros nos preocupa mucho el uso eficiente de las energías y por ello intentamos aplicarlo al máximo tanto en el consumo de luz como de agua. Además, contamos con biomasa para la calefacción en invierno. La arquitectura bioclimática de la que disfruta el proyecto también asegura un uso aún más eficiente de las energías.
¿Cómo es vuestra gestión de residuos? Gestionamos nuestros residuos con el cumplimiento muy estricto de la normativa que hoy en día ya contempla la sostenibilidad.
¿Diríais que el turismo sostenible es el presente y el futuro, o aún estamos lejos de él? Creemos que la sostenibilidad es el único futuro posible para el turismo, como también lo es para el planeta. Lamentablemente no es el presente del turismo, aunque cada vez hay más conciencia de ello y aparecen propuestas y conceptos que lo reivindicamos. Para alcanzar la meta creemos que es necesaria la concienciación.
¿Cómo os ha afectado la crisis de la Covid-19? Esta crisis ha sacudido el sector de la hotelería y del turismo en general de una forma brutal. En nuestro caso, la recuperación y la vuelta a la “nueva normalidad” parece ser que puede venir antes, ya que mucha gente querrá reecontrarse con la naturaleza en un entorno seguro y “limpio”.
