Es una iniciativa sin precedentes que puede servir para sensibilizarnos sobre las graves consecuencias de la violencia sexual y la maternidad forzada. Cuatro niñas víctimas de violencia sexual demandaron el pasado miércoles a los Estados de Ecuador, Guatemala y Nicaragua frente al Comité de Derechos Humanos de la ONU, por obligarlas a ser madres tras impedir su acceso al aborto amparándose en las legislaciones vigentes en cada uno de los países.

La iniciativa se impulsa desde el programa 'Niñas no madres', y las cuatro niñas, identificadas como Lucía, Norma, Susana y Fátima, eran menores de 14 años cuando quedaron embarazadas tras una violación, y se les negó la interrupción legal de su embarazo. La organización asegura que la salud de las menores se vio afectada y se puso en riesgo su vida, y añade que, en el mundo, cada año quedan embarazadas aproximadamente dos millones de niñas, la mayoría como resultado de violencia sexual, en la que los agresores suelen ser miembros de su familia o personas cercanas.