Hace tiempo que se viene valorando si los trabajos del futuro tendrán un sesgo social, vinculado al cuidado de personas mayores, la atención a enfermos… Porque puede que en muchos otros empleos nos sustituyan máquinas. Quizá trabajaríamos menos, pero, ¿estaría bien distribuida la riqueza? Según un estudio del Foro Económico Mundial (FEM), titulado “El Futuro del Trabajo 2018” y que analiza el impacto de la automatización y de las nuevas tecnologías en el sector laboral, en 2025 más de la mitad de los puestos de trabajo que hoy existen serán reemplazados por tareas que realizarán máquinas.

El análisis se basa en entrevistas realizadas a ejecutivos y directores de recursos humanos de 20 países, desarrollados y emergentes, y 12 áreas industriales distintas que gestionan más de 15 millones de empleados en el mundo. El texto muestra que la robotización podría hacer desaparecer 75 millones de empleos en el mundo de aquí a 2022, dado que se calcula que, en 2025, las máquinas realizarán la mayoría de las tareas ordinarias que actualmente realizan los humanos.

Eso sí, de acuerdo con el informe, a pesar de que la revolución robótica tendrá implicaciones negativas en el tejido de empleos, su generalización podría equilibrar la balanza creando 133 millones de empleos nuevos en el mundo. Concretamente, el informe espera que en el próximo lustro se creen 58 millones de empleos. Puesto que, no obstante, a juicio de los expertos del FEM, requerirán de los trabajadores un enorme esfuerzo de formación y adaptación.

Por su parte, los Estados deberán desarrollar mecanismos para proteger al incesante número de trabajadores que trabajarán de forma autónoma. El informe da algunos ejemplos de su muestra, como que el 84 % de las empresas estadounidenses con operaciones en Reino Unidos consultadas dijeron que piensan automatizar parte de su trabajo en el próximo lustro. Asimismo, la mitad de ellas dijo que despediría a los empleados que carezcan de las capacidades necesarias para realizar el trabajo.

Actualmente, los robots llevan a cabo el 29 % del total de tareas, un porcentaje que aumentará a 42 % en 2022 y al 52 % en 2025.