En la ciudad de los canales el agua es hoy es una amenaza histórica. Sufre la segunda marea más alta de su historia, la mayor en cincuenta años: el nivel del agua ha alcanzado 1,87 metros, un nivel que solo se superó en 1966, cuando alcanzó 1,94 metros. El centro histórico ha acabado sumergido, con casas, coches, edificios y por supuesto embarcaciones en peligro.

También el patrimonio histórico y artístico: la Basílica de San Marcos ha sufrido graves daños y su cripta está inundada, y el teatro de Ca’ Pesaro sufrió un incendio. El martes se inundó el 88% de la capital del Véneto, y el miércoles, el 70%. Además, se han registrado dos muertos en la marea alta, uno electrocutado cuando intentaba devolver la luz a su vivienda y otro de un infarto.

Se ha llegado a este dantesco escenario a raíz de un choque entre una corriente ciclónica procedente de Islandia y otra de aire caliente llegada del sur, que ha elevado el mar Adriático hasta Venecia, lo que se conoce con el nombre de marea alta. Los meteorólogos calculan que el fenómeno podría durar hasta final de mes y plantean que si el mar sigue subiendo a causa del cambio climático, en menos de 100 años Venecia estará anegada por completo.