La Fundación Aladina ha vuelto a poner en circulación a personajes que fueron populares entre los niños y las niñas en la televisión de los años 80 y 90. Figuran D’Artacán, Yupi, Miliki, los Lunnis, Lucrecia, Willy Fog, la Bruja Avería o Jordi Cruz. El objetivo es que estos nombres contribuyan a sensibilizar sobre el cáncer infantil, en la campaña #VuelvenPorLosNiños

Cada año se registran en España 1.500 casos de cáncer infantojuvenil. 1.100 entre los menores de 0 a 14 años y 400 en los mayores de 14. La buena noticia es que la supervivencia en nuestro país es del 81 por ciento".

En relación con las causas del cáncer infantil, los escasos factores de riesgo confirmados explican muy pocos casos. Se considera que el origen es multifactorial, que incluye variedad de factores medioambientales (físicos, químicos y biológicos) y genéticos. Algunas alteraciones genéticas predisponentes podrían tener origen medioambiental y algunos factores podrían actuar antes del nacimiento o de la concepción.

Hasta hoy, los estudios epidemiológicos no han podido identificar riesgos medioambientales específicos. En general, los factores de riesgo sospechosos son hipótesis que requieren confirmación. En el caso del neuroblastoma, los factores que podrían afectar a la enfermedad influirían antes del nacimiento, porque se trata de una disfunción de las células de la cresta neural que se forman en fase embrionaria".

Según la Fundación Neuroblastoma, “los estudios europeos han dado lugar a dos grandes proyectos colaborativos: EUROCARE y ACCIS”. EUROCARE, estudia las variaciones geográficas y temporales de supervivencia para el cáncer en todas las edades, y las razones de estas variaciones. ACCIS, dedicado a infancia y adolescencia, incluye también el análisis de la incidencia. “Ambos proyectos, de base poblacional y metodología estandarizada, que permite comparaciones entre países y regiones, han demostrado importantes diferencias de supervivencia a 5 años del diagnóstico entre países (44,9% Letonia vs 90,1 Islandia, cohorte de casos diagnosticados en 1990-94) y regiones europeas (62% en el Este vs 77% en el Norte, cohorte 1988-97), que indican la necesidad de mayor coordinación, sistematización y estandarización en los diagnósticos, derivación y tratamiento de los cánceres infantiles en Europa”.