Aumenta nuestro uso (y abuso) de móviles, y con él, las cabinas de teléfono van desapareciendo del paisaje. En España, informa la Agencia EFE a partir de datos del operador del servicio, Telefónica, existen actualmente 16.612 teléfonos públicos instalados, y su uso en lo que llevamos de 2018 está por debajo de una llamada al día por teléfono de media.

El año pasado se realizaron desde las cabinas 616.953 llamadas mensuales de media, unas 35 por aparato al mes, y 1,15 al día, demanda que se ha reducido en un 20 % en este año. Y lo que es más sorprendente, el 88 % de los españoles nunca ha usado una cabina, según el Eurobarómetro de 2014.

El servicio de cabinas o teléfonos públicos forma parte del servicio universal de telecomunicaciones que ofrece el Estado, y Telefónica fue designada para la prestación del servicio por cinco años en 2011, ampliado dos veces, la última en diciembre del año pasado, hasta el 31 de diciembre de 2018.

Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el coste neto del servicio es de unos 2 millones para el operador y lleva siendo deficitario desde 2013. Fuentes de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, han indicado a EFE que el Ejecutivo planea eliminar las cabinas del servicio universal y dejar su continuidad a la libre elección de los operadores, a través de un Real Decreto para el que no hay una fecha prevista pero debería publicarse antes de final de año.

El final de las cabinas genera dudas en algunas regiones donde la orografía dificulta las comunicaciones móviles, como es el caso de Asturias, donde el presidente de Federación Asturiana de Concejos (FACC) y alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, ha pedido “establecer criterios” para que algunas cabinas en determinadas zonas sigan dando servicio. “Se debería mantener un número determinado, pequeño quizás, de teléfonos públicos, especialmente en los pequeños municipios”, ha explicado a EFE García Palacios.