El Consejo de Ministros aprobará el próximo viernes la Ley de Protección Animal, que impulsa el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y tiene, como uno de sus puntos clave, el sacrificio cero: esto es, no se podrá sacrificar a animales de compañía, según han informado fuentes del Gobierno.

Además, la ley pondrá fin a la comercialización de animales en las tiendas de mascotas, así como su exhibición y exposición al público con fines comerciales, mientras que la cría solo podrá llevarse a cabo por criadores autorizados. También se establece la prohibición de prácticas que provoquen sufrimiento en los animales, como por ejemplo, el uso de collares eléctricos o pinchos o la posibilidad de llevarlos atados a un vehículo en marcha. Y se establece un régimen sancionador en el que se distinguen tres tipos diferentes de faltas -leves, graves y muy graves- y que podría llegar hasta los 600.000 euros.

También prevé medidas accesorias para los incumplimientos que pueden dar lugar al decomiso del animal y su entrega a una entidad de protección, así como la posibilidad de inhabilitar al propietario de la tenencia de animales “por un periodo máximo de cinco años para las infracciones graves y de cinco a diez años para las muy graves”.