1616. El sol sigue sin ponerse en el Imperio Español. Estados Unidos no existe. Solo son una cuantas colonias británicas desperdigadas por la costa oeste. El Imperio Otomano ocupa buena parte del suroeste de Europa. El hombre continua pensando que el Sol gira alrededor de la Tierra. Cervantes y Shakespeare mueren. Y un tiburón del Groelandia nace en las gélidas aguas de la superisla. Un tiburón que hoy sigue deambulando por allí.

Datación radiactiva

Es el sorprendente descubrimiento que la pasada semana publicó Science. Científicos de la Universidad de Copenhagen han establecido que el tiburón de Groelandia es el vertebrado más longevo del planeta. Han encontrado ejemplares de nada menos que 400 años. Para calcular la edad de los tiburones emplearon una técnica similar a la usada para datar restos fósiles. A partir de las emisiones radioactivas del isótopo 14 del carbono de los restos orgánicos, puede establecerse su edad. Antes habían analizado los restos radioactivos presentes en el cristalino de los animales. Estos restos proceden de las pruebas nucleares de la Guerra Fría que se expandieron por todo el océano. Así pudieron establecer qué ejemplares había nacido antes de los años cincuenta.

Adultos a los 150 años

El equipo encabezado por el profesor Julius Nielsen analizó 28 tiburones hembra capturados accidentalmente entre 2010 y 2013. Los ejemplares seleccionados iban desde los 81 centímetros hasta los cinco metros. Los pulsos de radiocarbono del tiburón de mayor tamaño, de 502 centímetros, arrojaron una datación de 392 años. Otro hallazgo sorprendente es que establecieron que estas hembras son fértiles cuando alcanzan los 150 años de edad. Este descubrimiento, junto con la longevidad del animal, muestra un nuevo tipo de adaptación y de perpetuación de la especie. Lo habitual suele ser perpetuar la especie mediante la descendencia. Estas criaturas lo hacen mediante la ampliación de su esperanza de vida y la ralentización de su crecimiento. Las frías aguas en las que viven ayudan a que su metabolismo sea extraordinariamente lento, de modo que su organismo sufre menos desgaste. Los científicos daneses esperan encontrar nuevas sorpresas en su análisis del tiburón. Y también tratarán de identificar cómo son capaces de evitar ciertas enfermedades en un intento de extrapolar esas capacidades al ser humano.