Bueno, os habíamos dejado con la posibilidad de que Oumuamua fuera una nave extraterrestre adentrándose en nuestro Sistema Solar. Sí, era una opción delirante, pero siempre hay quien está dispuesto a pensar algo así cuando la primera vez que se detecta un objeto de otro sistema entrando en nuestro patio trasero. Evidentemente las cosas no son así.

Vamos a ser serios

Científicos más concienzudos profesionales y menos locos que los amigos de los alienígenas se pusieron manos a la obra para ver de qué estaba hecho realmente ese meteoro con extraña forma de cigarrillo. Y claro, no es precisamente una nave de alguna inteligencia superior. Oumuamua al parecer es un larguísimo cilindro de hielo. Un inmenso bloque de hielo recubierto de una costra de compuestos orgánicos. Y de lo que no hay duda es de que no se trata de ningún ingenio mecánico. Porque los radio telescopios que han sido enfocados al trozo de roca espacial no han devuelto ni un mínimo sonido, vibración o chasquido. Pero otros análisis sí han permitido definir mejor su naturaleza.
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Alguna incógnita sin resolver

Observado desde un telescopio chileno y otro en la isla española de La Palma se ha podido realiza un estudio espectográfico de la luz solar que refleja, la misma forma en la que se ha establecido la composición de millones de cuerpos celestes. Es así cómo se ha sabido que es en parte hielo y en parte formaciones rocosas. Pero todavía hay algunas incógnitas que despejar. Por ejemplo, por qué si está formado por una ran parte de hielo, no ha desprendido una estela al pasar cerca del Sol, al igual que hacen los cometas producto de la descongelación de sus corazones helados. Sin duda, los amantes de la teorías irracionales para las explicaciones de los fenómenos complejos tienen aquí material para una nueva idea más loca que la anterior. Seguiremos atentos.   ¿Te interesa la vida extraterrestre? Aquí tienes más artículos como este: