A la cocina, al dormitorio, a la ducha… Algunos perros siguen a sus dueños a todas partes. ¿Por qué? La ciencia ha dado varias respuestas al respecto. La que puede parecer más evidente: los perros son animales de manada. Así que,  cuando no hay otros perros cerca, si te sigue, es porque te considera una persona de las suyas, alguien a quien apoyar y en quien apoyarse.

Mención aparte merece si se trata de cachorros, que suelen buscar protección o un ratillo de juego a nuestra costa".

Según Mental Floss, también nos siguen para agradecer un cuidado que le hayamos dado, y el perro nos siga a la espera de cualquier refuerzo positivo que solamos darle por un buen comportamiento.

El compañero de cuatro patas puede adoptar, además, una actitud controladora, de líder de la manada: si se acuesta derecho, se mueve y está olfateando justo a nuestras espaldas, es posible que quiera controlarnos. Muestra un dominio sobre ti, lo que en realidad debería ser el caso al revés.

Otra alternativa es que se aburra y vaya en busca de aventuras o emociones fuertes. O tenga hambre o gula y esté a la espera de que caiga alguna migaja a su alrededor. O que quiera llamar nuestra atención, debido a que se aburra y tenga costumbre de recibirla de nuestra parte".

Claro que la cosa también se puede poner seria. Que tu perro no se separe de ti ni medio metro puede deberse a que sufre ansiedad o a que sufre miedo. Para averiguarlo, una opción es buscar otros signos de ansiedad: hiperventilación, bostezos nerviosos. En este caso, lo ideal es consultar con el o la profesional veterinaria. Y asegurarse de que el perro tiene suficiente actividad física y mental. Se puede echar mano de juguetes inteligentes o de largas caminatas.

Por último, tengamos en cuenta que hay razas de perro más sociables que otras. El habanero o el Cavalier King Charles Spaniel, por ejemplo, fue criado especialmente como perro de compañía o compañero de juegos. Su "tarea" era y es, simplemente, estar con la gente. Otro tanto ocurre con el Labrador o el Golden Retriever: su tarea es estar en el camino con el cazador todos los días y seguirlo. Es diferente, por ejemplo, con los Jack Russel Terriers, que originalmente caminaban solos en granjas y cazaban ratas.