Al inicio del otoño, algunos pájaros emigrarán a zonas más cálidas, y los vemos pasar en grandes bandadas, cruzándose sin chocar, como el aeropuerto de Barajas antes de la pandemia. ¿Cómo se las arreglan las aves para volar tan cerca sin chocar?

Empecemos con una palabra técnica: que las aves vuelen juntas responde a un comportamiento habitual en el mundo animal, la alelomimesis, de acuerdo con el cual éstas se unen y copian el comportamiento unas de otras. En las poblaciones de aves silvestres, estas reuniones a menudo pueden sumar miles de aves.

Y se juntan porque un grupo grande de aves tiene más posibilidades de detectar a un depredador u otra amenaza potencial que un ave en solitario. Y en sentido contrario, las aves en grupo también lo tienen más fácil para ahuyentar o abrumar a un depredador.

También el alimento es un factor que explica que se reúnan los pájaros. Es habitual ver a los flamencos rosas formar bandadas y alinearse para aprovechar las mismas zonas y suministros de alimentos, que alguno de ellos ha localizado.

A la hora de volar, cuando los pájaros vuelan en bandadas, a menudo se organizan en formaciones específicas. Estas formaciones, que pueden adoptar la forma de una 'V', a menudo aprovechan los cambios en los patrones de viento en función del número de aves en la bandada, y las alas de cada ave crean diferentes corrientes. Esto les permite utilizar el aire circundante de la manera más eficiente energéticamente, de la misma manera que lo consigue la forma aerodinámica de un avión.

Por otro lado, estas formaciones también pueden aumentar la distancia que las aves pueden volar sin descansar, lo que es particularmente crucial durante las migraciones largas. Y en invierno, las bandadas pueden compartir los beneficios del calor comunitario para sobrevivir a las bajas temperaturas, como el escocés común. Muchas aves pequeñas comparten el mismo espacio de descanso para mantenerse calientes, a menudo en cajas de pájaros, árboles huecos u otros espacios similares.