De todos los fenómenos astronómicos, los más fascinantes son los que podemos apreciar desde nuestro pequeño lugar en el cosmos. Como las noches eternas de los lugares más septentrionales del globo durante el invierno. 

El último atardecer

Esta semana, en la ciudad de Utqiagvik, en el norte de Alaska se hizo de noche. No como en cualquier otro sitio cualquier otro día. No. En esa localidad, la que está ubicada más cerca del Polo Norte de todo el continente americano, ya no volverán a ver la luz de día en casi dos meses. El día que se hizo de noche vino precedido por otro en el que el Sol solo lució una hora.

Y así, en una larga y gélida noche permanecerá toda la ciudad hasta el próximo 23 de enero. 65 días de noche en la que solo se percibirá cierta claridad. Muchos días ni eso. 

Motivo de fiesta

Los habitantes de Utqiagvik parecen estar acostumbrado a vivir en esa oscuridad de meses. 4.000 personas que saben lo que supone vivir más de 300 kilómetros más allá del Círculo Polar Ártico. De hecho se lo toman con deportividad y celebran el último atardecer del año con una fiesta. 

Tampoco cuando vean el Sol el día 23 de enero será algo definitivo. Hasta el día 27 o 28 de enero, la estrella no se podrá ver completamente sobre los cielos del norte de Alaska. 

Sin embargo hay lugares incluso peores. En la región Noruega de Svalbard, la noche dura nada menos que 84 días. Mejor lo levan en Kiruna, donde solo se privan del Sol 28 días.