Los resultados electorales en Brasil tienen atento al mundo entero. La posibilidad de que el ultraderechista Bolsonaro se alce con el poder y sus espectaculares resultados en la primera vuelta llevan en las primeras varios días. Pero hay alguien a quien no le preocupa en absoluto ni las elecciones ni el resultado.

Flechas contra papeletas

Son las comunidades indígenas que permanecen aisladas en el Amazonas. Tribus que llevan décadas sin contacto con el exterior, incluso algunas sin haber tenido jamás ese trato con los ciudadanos occidentalizados. 

Una de estas comunidades fue especialmente renuente a este contacto y a las elecciones. Una delegación electoral se acercó a la aldea de la tribu a repartir material para los sufragios y fue recibida a flechazos. Los indígenas se negaron a que se instalaran las meses electorales en su territorio.

Asunto arreglado

Esta selección de la aldea como centro de votación fue producto de una modificación en el mapa del censo brasileño. Con lo que no contaban los responsables del cambio era con la actitud hostil de los habitantes del área. 

Finalmente el incidente pudo ser resuelto, con la intermediación de la Fundación Nacional Indio (FUNAI), que se encarga de gestionar y proteger estas comunidades. Lo más curioso es que, una vez elegido un nuevo emplazamiento, un total de 70 personas de esa tribu acabaron acudiendo a depositar su voto.

También sirve como señal del aislamiento en el que viven este tipo de tribus lo ocurrido en otra aldea, en la que el representante de la comunidad se presentó a votar con los documentos de decenas de personas. Lógicamente, los responsables de la mesa no le permitieron depositar el voto por sus compañeros de tribu.