Estados Unidos tiene un problema con el consumo de opiáceos; hay, en el país, quien pide calificarlo de epidemia. Y es que, por cada millón de estadounidenses, se consumen cerca de 50.000 dosis de opioides a diario, probablemente por la cultura de medicación del país, por la ligereza con la que éstos se recetan para los dolores: aunque las recetas de opioides han caído un 18% desde su pico en 2010, el total sigue siendo tres veces mayor que en 1999. El americano es, además, el único país junto con Nueva Zelanda en el que los medicamentos con receta se pueden anunciar en televisión.

Expresivo de este problema es el dato que acaba de hacer público la CBS: los científicos del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington han encontrado evidencias del impacto de las drogas en la vida marina. Analizaron mejillones para detectar si existía contaminación en las aguas de Seattle, y estos moluscos dieron positivo en oxicodona.

Los científicos trasladaron en jaulas mejillones limpios, desde una fuente de acuicultura en Whidbey Island a 18 localidades urbanizadas alrededor de Puget Sound. Varios meses después, sacaron los mejillones previamente no contaminados de las aguas urbanas, para testearlos. En tres de las 18 ubicaciones, los mejillones dieron positivo en la prueba de pequeñas cantidades de oxicodona. El Instituto Puget Sound observa que las cantidades de opioides halladas eran miles de veces más pequeñas que una dosis humana típica, y ninguno de los mejillones probados está cerca de ningún banco comercial de mariscos.

El porqué de que estos animales hayan sido particularmente sensibles a la toxicidad empieza en el inodoro, ya que la oxicodona se excreta, y termina en aguas residuales. Además, los mejillones se pueden considerar “filtradores” por la textura de sus tejidos, donde los contaminantes se almacenan de forma concentrada. Y a pesar de que muchos contaminantes se filtran de las aguas residuales antes de que se liberen en los océanos, los sistemas de gestión de aguas residuales no pueden filtrar por completo los medicamentos. Así, los mejillones dieron positivo en opioides, antidepresivos y también en el medicamento de quimioterapia común, Melphalan.

Según la CBS, es probable que los mejillones no metabolicen fármacos como la oxicodona, por tanto ésta no tendría por qué dañarlos físicamente.