Es tal el boom de la gastronomía que es difícil no encontrarse varios programas de cocina en la televisión. En cuanto te pones a cambiar de canales ves a un tipo cortando filetes de pollo, a otro preparando croquetas o a una cocinera elaborando una carrot cake.

Falta de higiene

El problema es que todas esas preparaciones que vemos elaborar con tanta pericia y mimo pueden intoxicarnos. Al menos es lo que dice un estudio del Instituto Federal de Riesgos, una institución alemana que se encarga de controlar los riesgos alimentarios. Según los analistas de la organización, los programas de cocina son, por lo general, un desastre en cuanto a la higiene. Y se trata de algo muy importante, dado que lo que aparece en estos programas suele ser luego reproducido en las cocinas de los hogares con gran fidelidad. El guiso puede salir magnífico siguiendo los pasos del programa, pero puede intoxicarnos.

Contaminación cruzada

La carencia más grave se detecta en la contaminación cruzada. Este tipo de contaminación es frecuentes en las cocinas y se produce cuando se emplean los mismos utensilios con alimentos crudos y alimentos cocinados. De este manera, las bacterias que residen en los alimentos crudos y que se eliminan una vez que se cocinan, pueden volver a los alimentos ya elaborados y hacerlos tóxicos. Cuchillos, tablas de cortas y trapos de cocina suelen ser los vehículos más comunes. En el experimento que certificó la mala influencia que pueden tener estos programas para los cocinillas domésticos. Los investigadores hicieron la prueba con dos grupos. A ambos les pusieron a preparar una mayonesa, una salsa que puede ser altamente nociva y tiene cierta facilidad para contaminarse. Antes les habían puesto un vídeo en el que un cocinero observaba todas las normas de higiene en la preparación y otro se las saltaba. Como cabía esperar, el grupo que había visto la receta preparada correctamente seguía las normas de seguridad con fidelidad. El otro grupo acabó preparando una mayonesa explosiva.