Es una respuesta radical a un problema radical. b continúan siendo un grave problema en las sociedades occidentales. Y mucho más en aquellos entornos con un grado de desarrollo menor o, directamente en guerra. Por eso, en Siria, un grupo de mujeres ha decidido crear su propia comunidad. Sin hombres. 

El nombre de la comunidad es Jinwar, que significa “la tierra de las mujeres”. Es este entorno se han reunido mujeres víctimas de la guerra. Viudas del conflicto, mujeres que han perdido a sus familias o que han sufrido abusos. 

Se trata de un espacio exclusivo para mujeres y niños. No deja de ser sintomático que hayan visto
necesario establecer esta condición para sentirse seguras.


La fuerza del sexo "débil"

“Es la respuesta a todos aquellos que creen que la mujer es la parte más débil de una guerra. O que somos el sexo débil. O que no podemos manejar nuestra vida y la de nuestros hijos”, clama una de las responsables del proyecto. Trata de transmitir que las mujeres, libres de opresión o imposiciones, pueden construir sus propias viviendas y espacios públicos. 

Y sobre todo, pueden crear un entorno seguro para sí mismas y sus hijos. De momento de manera modesta y limitada, dado que en Jinwar conviven 16 mujeres con 32 pequeños

En Jinwar no se permite la estancia de hombres. Estos pueden visitar la comunidad de día, pero no pueden pernoctar en las casas. En las noches, las mujeres se organizan en patrullas armadas que protegen las casas y a sus habitantes.

De esta manera, lo que hasta hace dos años era una tierra abandonada, ha recobrado la vida, dado que no solo se han construido casas. También han comenzado a aparecer huertos y granjas con las que se abastecen. Un oasis de vida y seguridad frente al ISIS.