Por fin un reto de Internet que merece la pena. Después de ver a gente echarse agua fría por encima, de comer canela a cucharada o tumbarse como una plancha sobre cualquier superficie, llega algo útil. Se trata del #TrashTag.
El reto no puede ser más simple. Se trata de llegar a un lugar, cualquier lugar, desgraciadamente no es difícil de encontrar, y limpiarlo. Eliminar todos los restos de plásticos, colillas y demás vertidos. Dejar el sitio libre de desperdicios.
Y por supuesto, compartirlo. Estamos hablando de un challenge en redes sociales. Nada se hace si no se fotografía. Así que el reto realmente consiste en hacer una foto del antes y el después. Y compartirla para cosechar los merecidos likes.
30.000 publicaciones
Como siempre, varios usuarios de las redes se arrogaron el título del creador del challenger. Pero realmente no es tan importante quién fue el primero como el alcance de la etiqueta. Y esta se ha viralizado con rapidez.
El hashtag cuanta ya con más de 30.000 publicaciones en Instagram. Ahí podemos ver a orgullosos activistas no intencionados. Personas que simplemente ponen su grano de arena en la ardua tarea de limpiar los espacios naturales de basura.
De pronto, en lo que era una estampa clásica aparece un nuevo elemento. Un poco asqueroso, pero que quiere decir mucho. Una chica en bikini posa ante un precioso paisaje montañoso, con su lago azul y todo. Y en las manos, sostiene orgullosa dos bolsas de basura.
Y hay que empezar a analizar qué significa que alguien cuelgue una foto así, sonriendo mientras sostiene dos bolsas llenas de basura, y lo comparta en redes sociales. Y obtenga, de momento, más de mil likes.
