Docrim, una empresa vinculada a la Universidad de Granada, ha concluido un estudio piloto, que ha realizado en colaboración con la firma de seguridad Opcon y con la participación del Hospital Torrecárdenas de Almería, en el que ha analizado la capacidad de los perros de trabajo en la detección de la Covid-19, y ha logrado una tasa de validación del 96 por ciento en distintas pruebas de "doble ciego".

La iniciativa solo ha registrado un fallo en dieciocho intentos, un éxito que se suma a los obtenidos en una prueba anterior "doble ciego" en el Hospital Torrecárdenas de Almería, donde de los perros lograron detectar sin error todas las muestras aleatorias de covid-19.

La principal herramienta que han utilizado los perros en este proyecto es su sentido del olfato, que se expone a diferentes muestras de sudor axilar de pacientes infectados, reunidos en cilindros de gasa que se han frotado previamente.

En la siguiente fase de la investigación, según indica la Agencia EFE, se tratará de aplicar de forma práctica este experimento sobre una población real, de unos 4.000 habitantes, para hacer un cribado con una muestra aleatoria y verificar que los perros detectan los contagios. También se evaluará si, en un entorno real, pueden existir distracciones olfativas y no olfativas que incidan en la tasa de eficiencia del animal.