El Ministerio de Sanidad ha publicado un documento para pasar el coronavirus leve o asintomático en casa, cuando no se tiene otra patología importante y se conserva una situación clínica estable, e incluso cuando el ingreso hospitalario no sea una opción. Lo coordina el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, y se ha elaborado con la participación de distintas sociedades médicas, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y el Consejo General de Enfermería, entre otros.

La organización de la atención domiciliaria la establecerán las comunidades autónomas según sus niveles asistenciales, junto con la salud pública. El personal sanitario que atiende en casa estos casos leves de coronavirus debe llevar un equipo de protección individual que deberán desechar posteriormente en el centro de salud del que dependan.

Son susceptibles de recibir atención en casa: aquellos que no presenten factores de vulnerabilidad previos como: enfermedades crónicas (cardiovascular, pulmonar, renal, diabetes…), alteración del sistema inmunitario y edad avanzada, embarazo o edad pediátrica. También aquellos que no presenten criterios de gravedad como: síntomas respiratorios (disnea, expectoración…), síntomas gastrointestinales (vómitos, diarrea con deshidratación…) o síntomas neurológicos (confusión, letargia).

Y deberán ser casos de COVID-19 tanto en investigación como probables o confirmados, pero con síntomas leves, y también casos probables o confirmados que, tras recibir el alta hospitalaria, aún requieren atención sanitaria y medidas de aislamiento. El domicilio debe tener una estancia con buena ventilación y que pueda ser dedicada de forma específica para el aislamiento del caso, con posibilidad de designar un baño para uso exclusivo del paciente. También disponibilidad de un teléfono que garantice la comunicación permanente con el personal sanitario. No deben estar otras personas vulnerables (mayores, enfermos crónicos, personas inmunodeprimidas, embarazadas…). Y debe existir disponibilidad de un equipo específico en el centro sanitario con capacidad suficiente para hacer el seguimiento del caso mediante visitas o controles por vía telefónica.

El paciente debe permanecer aislado, con la puerta cerrada y, en caso de tener que utilizar zonas comunes, debe utilizar mascarilla y lavarse las manos al salir de la habitación. La persona enferma no deberá recibir visitas durante el periodo de aislamiento. Se recomienda disponer de un registro de entrada y salida diario de personas que tengan que acceder a la habitación. El paciente debe comunicarse por el teléfono móvil o por intercomunicador (como el que se utiliza con los bebés) con el resto de familiares. Todos los convivientes deben lavarse las manos con agua y jabón o solución hidroalcohólica después de cualquier contacto con el enfermo o su entorno inmediato. Si el caso en investigación es una madre lactante, debe llevar una mascarilla cuando esté cerca de su bebé y realizar una cuidadosa higiene de manos antes del contacto cercano con el niño. Se informará a los miembros de la familia y convivientes de que, si el paciente es un caso en investigación y se convierte en un caso confirmado, serán considerados contactos. Los miembros de la familia, convivientes y personas encargadas de los cuidados realizarán auto vigilancia de la aparición de síntomas de infección respiratoria aguda como fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar; consultando con los servicios de salud si éstos aparecieran.

El protocolo del Ministerio de Sanidad recomienda que sea una única persona la que atienda al paciente en el domicilio, y que no tenga factores de riesgo que compliquen un posible contagio. Tanto el paciente como el cuidador deben llevar mascarilla quirúrgica y, en el caso del último, guantes desechables. Deberá lavarse de manos frecuente después de cualquier contacto con el enfermo o su entorno inmediato.

Se recomienda lavar la ropa de cama, toallas, etc. de las personas enfermas con jabones o detergentes habituales a 60-90 grados centígrados, y dejar que se seque completamente. Esta ropa deberá colocarse en una bolsa con cierre hermético hasta el momento de lavarla. Evitar sacudir la ropa antes de lavarla. La bolsa con los residuos podrá descartarse con el resto de los residuos domésticos siempre que estén introducidos en una bolsa cerrada herméticamente. Los cubiertos, vasos, platos y demás utensilios reutilizables se lavarán con agua caliente y jabón o, si es posible, en el lavavajillas. Tras el contacto con los residuos siempre se deberá realizar higiene de manos. Las superficies que se tocan con frecuencia (mesitas de noche, somieres, muebles del dormitorio), el baño y el inodoro se deben limpiar con material desechable y desinfectadas diariamente con un producto que contenga lejía (1 parte de lejía y 99 partes de agua) preparado el mismo día que se va a usar. La persona encargada de la limpieza deberá protegerse con mascarilla y guantes.