A veces hay que plantarse. Enfrentarse a los poderosos, a los muy poderosos, y defender los derechos con todas las armas a nuestro alcance. Y en los países desarrollados, estas armas suelen ser las judiciales. Por eso, un grupo de jóvenes a decidido demandar a Donald Trump por sus políticas medioambientales

La demanda se inició en 2015. Un grupo de 21 jóvenes, autodenominado Zero Hour, denunció a su gobierno por su pasividad y negación del cambio climático. La demanda se conoce como el caso Juliana contra el Estado. Ahora piden que todo el que esté de acuerdo con sus postulados, se una a la demanda. Para ello han puesto en marcha una página web, joinjuliana.org, y están activando con gran éxito el hashtag #JoinJuliana.

Proteger a los jóvenes


En un país como Estados Unidos en el que existen abogados que persiguen a las ambulancias para que los heridos demanden a los causantes del accidente, resulta chocante que hayan sido un grupo de jóvenes los que hayan demandado a su propio gobierno. Que a nadie se le ocurriera antes. 

Según su ponto de vista cuentan con un importante respaldo legal. Arguyen que la Constitución de Estados Unidos especifica que el gobierno ha de proteger los derechos de los jóvenes y niños, principalmente, los derechos de la libertad y la vida. Que también existen leyes que obligan a la administración a proteger el medio ambiente y los recursos naturales del país. 

Que la incapacidad, o anuencia, del gobierno, no haciendo nada ante el incremento de emisiones contaminantes, le convierte en culpable de no estar cumpliendo con su mandato constitucional. 

Están convencidos de que si su gobierno no acomete de inmediato políticas activas de reducción de las emisiones por voluntad propia, tendrá que hacerlo obligado por los tribunales. Y cuantos más sean, más fuerza podrán ejercer.