Podrás escuchar una y mil veces que hay que ser agresivo, ir rápido, disruptir… pero pocas veces escucharás que sencillamente haciendo el bien, puedes llegar muy lejos.
Esta historia es la de un sacerdote que en el año 1974 decidió abrir un local en Madrid llamado Taberna del Alabardero.
Sin más. Un local que tenía la particularidad de servir como local donde disfrutar de una oferta gastronómica clásica, pero de calidad y sobre todo de centro de formación para personas que con muchas ganas quieren pelear por su futuro. Las historias personales que puedes encontrar en este local te ayudarán a reconectar con el ser humano.
Historias que encierran un enorme valor humano
De la nada, apostando por el capital humano a través de la formación para el desarrollo de carreras profesionales de éxito, así es como desde hace 45 años ha entendido Don Luis de Lezama que se podía ayudar a la gente.
Esta historia humana se ha visto acompañada de un crecimiento empresarial impresionante. Desde el año 1974 se han unido al grupo 14 restaurantes, 3 escuelas de hostelería, un colegio, hoteles y servicio de catering.
Sin perder los principios de “enseñar a pescar” antes que “dar los peces”
Paso a paso, proyecto a proyecto, Luis de Lezama sigue al frente del Grupo Lezama dotando de humanismo a un equipo que tiene más de 600 empleados.
Así, con mucho trabajo y esfuerzo, el proyecto ha ido creciendo de forma independiente a organismos públicos, subvenciones o limosnas. Es un proyecto sostenible tanto de cara a los clientes como a los estudiantes.
Formarse en sus escuelas cuesta dinero a los alumnos que deben pagar por estos cursos, pero que gracias a esta formación obtienen una perspectiva laboral prometedora en un sector con mucha demanda y con alta empleabilidad.
El grupo tiene locales tanto en España como uno en Estados Unidos (Washington) y lo que pide este cura emprendedor no es limosna ni donaciones, lo que pide es que vayas a sus restaurantes a comer. Esa, y no otra, es la mejor forma de apoyar un proyecto que forma, crece y desarrolla capital humano para una sociedad equilibrada.
Foto original sin recortar de Don Luis de Lezama: EFE en Wikimedia.
