12 de octubre de 2050. Grandes zonas del planeta Tierra están deshabitadas. En otras, las guerras y luchas tribales han convertido las ciudades en campos de batalla. Nadie está a salvo en ningún sitio. Todo empezó cuando agua y alimentos comenzaron a escasear.

Lo dice el MIT

Esto que parece el inicio de una mala novela distópica puede ser perfectamente real dentro de menos de cuarenta años. Y lo aseguran nada menos que científicos del Massachusetts Institute of Technology, MIT para los amigos. Los investigadores acaban de hacer públicas las conclusiones del Programa Científico y Político sobre Cambio Climático. En el informe 2016 Food, Water, Energy and Climate Outlook describen los retos a los que se enfrentan la agricultura y los recursos hídricos. Y lo peor de todo es que vaticinan que los alimentos y el agua no serán suficientes para calmar las necesidades de la población mundial ni aún cumpliendo los acuerdos de París del pasado año.

París no es suficiente

Y es que en el MIT aseguran que los objetivos de estos acuerdos son insuficientes. Según sus cálculos, la reducción de emisiones debería volver a tiempos preindustriales para limitar la subida de temperaturas en el planeta a solo 2 grados en 2100. Alcazar este objetivo supondría cambios drásticos en la explotación energética global. Con el fin de conocer las implicaciones de un calentamiento atmosférico, elaboraron modelos matemáticos mediante ordenador. Los modelos fueron cruzados con las estimaciones de población mundial de Naciones Unidas. El resultado presenta elemento contradictorios. En base a los objetivo de los acuerdos de París, el rendimiento de los cultivos de cereales aumentaría de aquí a 2100. Esto se debe a que el incremento en la concentración de CO2 en la atmósfera actúa como fertilizante de estos productos. Sin embargo, estos cereales serán menos nutritivos. Por el contrario, el aumento de temperatura hará que los cultivos sean más propensos a los incendios y plagas. Además, disparará las diferencias de rendimiento entre unos lugares y otros.

1.000 millones sin agua

En cuanto al agua, el crecimiento de la población y de la economía someterá a las fuentes a un fuerte estrés hídrico. Según el MIT, 1.500 millones de personas tendrán carencias de agua severas en todo el mundo. 1.000 millones sufrirán una escasez severa de agua. Adam Schlosser, director del Programa de Cambio Climático del MIT es tajante. “Nuestros reclutados indican que los niveles de reducción de emisiones acordados en París, son insuficientes. No valen para reducir los riesgos de la creciente escasez de agua en todo el mundo que podrán experimentarse a mediado de siglo”, sentencia.