Los 28 países de la Unión Europea podrían acabar teniendo un mismo horario todo el año si prosperase la propuesta que la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la comunidad, lanzó el pasado agosto, y pasaría por eliminar el cambio de hora que se hace dos veces cada año (en octubre y marzo). Entre tanto, este sábado 27 volveremos, durante la noche, al horario de invierno. Así, a las tres de la madrugada del domingo habrá que retrasar los relojes de vuelta a las dos.

La Comisión había lanzado antes del verano una consulta online para saber qué pensaban los europeos al respecto del cambio de hora. A ella respondieron 4,6 millones de personas (cifra que, aunque no llega al 1 % de la población de la Unión, constituye un récord en una consulta así), de los que 3 millones fueron alemanes. Y como resultado emergió que el 84 % quiere que se elimine el cambio horario.

En este sentido, “el cambio de hora tenía una justificación en los años 70 a partir de la llamada crisis del petróleo, pero no en el año 2018″, ha asegurado a la Agencia Efe el presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), José Luis Casero. Casero aplaude la propuesta de eliminación planteada por las autoridades de Bruselas porque “con los nuevos modelos de organización del trabajo, de las familias y el uso de lámparas de bajo consumo”, el ahorro energético que se produce es “marginal”.

Además, ha hecho hincapié en razones sanitarias ya que “aunque hubiera una justificación económica, debemos primar la salud de las personas”, si bien un comunicado facilitado por el portal www.eltiempo.es califica de “falso” que el cambio de hora genere “graves trastornos en el organismo” sino más bien “leves afecciones que se superan a los pocos días” asumiendo una serie de rutinas.

La medida podría promulgarse en 2019 mediante una nueva Directiva Europea, que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, defendió durante su último discurso de la Unión el pasado 12 de septiembre. Ahora, la propia UE plantea la desaparición del cambio bianual de horario -en verano y en invierno- a través de Durante los pasados meses de julio y agosto, la CE organizó una consulta entre los ciudadanos europeos en la que participaron 4,6 millones de personas: el 84 % de ellas se manifestaron a favor de suprimir los adelantos y retrasos estacionales.

Las primeras disposiciones de este tipo se adoptaron en todo el territorio de la UE a consecuencia de la crisis del petróleo de 1973, como una medida complementaria para fomentar el ahorro energético. Pero en los últimos años ha ido creciendo un movimiento ciudadano que cuestiona la idoneidad de mantener una disposición cuyo ahorro real podía ser de sólo 6 euros al año en la factura energética por hogar, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).