Hace millones que se formó el Gran Cañón del Colorado, este rincón de Arizona (Estados Unidos) rojizo y majestuoso. Sin embargo, ha sido este martes 26 de febrero cuando este espacio seleccionado como una de las siete maravillas naturales del mundo, con una erosión que apuntaló el movimiento del río Colorado y que ha sido escenario de películas como Thelma and Louise o Grand Canyon ha cumplido su primer siglo como Parque Nacional de Estados Unidos, lo que, en este siglo, esencialmente ha servido para consolidarlo como destino turístico. Son seis millones de personas los que cada año visitan el espacio.

También la protección del lugar y su fauna, que incluye especies en peligro de extinción, estaba en mente del presidente Woodrow Wilson cuando proclamó Parque Nacional al Gran Cañón. Por aquel entonces, la minería clandestina ponía en riesgo esta extensión de 446 kilómetros de largo que siguen el cauce del río que le da nombre, y de hasta 29 kilómetros de ancho y una profundidad de 1.600 metros. Hoy es el segundo Parque Nacional más popular de los Estados Unidos. Tiene dos grandes partes: el South Rim (o Borde Sur) y el North Rim (Borde Norte), que nombran las paredes sur y norte del cañón, por el que pasa el río. El South Rim (que gana por inmensa mayoría como el más visitado) está abierto todo el año. El North Rim abre sólo del 15 de mayo al 15 de octubre.