Que la energía renovable es el futuro ya nadie lo duda. Es más, o las renovables son el futuro o no existirá ese futuro. Una vez que eso está claro, llega el cómo hacerlo. Las infraestructuras siguen siendo complicadas y caras. Aunque los datos sean tozudos.

17,4 teravatios al año

Y uno de estos datos muestra el carácter de la apuesta. Con tan solo emplear un 1% del desierto de Sáhara para obtener energía solar, se podría generar toda electricidad que necesita el planeta cada año. Es la propuesta de Mehran Moalem, experto en energía nuclear de la universidad de Berkeley, en California, Estados Unidos

Pero claro, el 1% del Sáraha parece poco, pero no lo es. Estamos hablando de crear una planta fotovoltaica de 335 kilómetros por 335 kilómetros. Un cuadrado perfecto de 112.000 kilómetros cuadrados que recibiría la insolación y la transformaría en energía.

Los cálculos de Moalem suena bien. El total de la energía usada en el mundo en 2015, de cualquier procedencia, fue el equivalente al empleo de 13.000 millones de toneladas de combustible fósil. Es decir, unos 17,3 taravatios de energía. Y con la infraestructura sahariana se podría obtener hasta 17,4 teravatios al año

El dinero, el problema

Moalem parte de la pura competencia. Y según su criterio, nada puede competir con la energía del Sol. Otra cosa sería su coste. Porque el profesor incluso ha calculado cuánto supondría desarrollar una planta de este tipo. Estima que serían necesarios 500.000 millones de dólares. Aunque pueda sonar a una cantidad exorbitada es menos de los que, por ejemplo costó el rescate a la banca norteamericana durante la administración Obama. 

Sin embargo, Moalem considera que semejante gasto sería una gran inversión. A corto plazo, se amortizaría con la propia producción de energía y a medio y largo, con la cantidad de dinero que se ahorrará al evitarse los efectos del cambio climático, como inundaciones, tormentas o sequías.