"Llevaba dos años y medio trabajando en este proyecto, cuando la realidad nos estalló en la cara. RONEM RAM (Mar Menor al revés) reflexionaba sobre la crisis climática a partir de un hecho concreto y documentado: el posible colapso medioambiental del Mar Menor en la Región de Murcia. Hoy, este hecho es una realidad, y las últimas DANAS han rematado el deterioro progresivo de la laguna salada, convertida ahora en un mar sin vida con pocas esperanzas de recuperación". Así se acerca Jesús Nieto, al frente de la compañía murciana Onírica Mecánica, a su último trabajo, que podrá verse del 1 al 17 de julio en el Teatro Apolo de Cartagena

La iniciativa coincide con la aprobación en el Congreso de los Diputados, el pasado 5 de abril, de la tramitación de una ley para que el Mar Menor tenga personalidad jurídica, lo que lo convertirá en el primer ecosistema de Europa con derechos propios. 

Un paisaje en crisis


La propuesta es una ficción especulativa sobre un paisaje en crisis, una evocación de una realidad desaparecida, una reflexión sobre la crisis climática con la mirada puesta en la catástrofe ecológica del Mar Menor. Una instalación en la que cada visitante recorrerá (siguiendo el sonido de sus auriculares a modo de audio-guía) diferentes piezas plásticas que conforman un viaje especulativo a un ecosistema del futuro.  

Así, durante 55 minutos, los espectadores se adentrarán en una propuesta a medio camino entre la ficción y la realidad, que especula también sobre un futuro próximo con una población reducida, una crisis del aire y una posible transformación social y medioambiental. A partir de la pregunta ¿qué somos los seres humanos y qué futuro queremos construir?, la compañía Onírica Mecánica combina artes plásticas, arte sonoro, investigación científica  y recursos tecnológicos para invitar a la reflexión desde la experiencia. 

Onírica Mecánica ganó con esta obra el premio a la propuesta más innovadora del festival de teatro y artes de calle de Valladolid en 2021, y obtuvo el segundo premio de los proyectos culturales presentados al Ayuntamiento de Murcia. Fue seleccionada a los Graneros de Creación de la Comunidad Valenciana, y cuenta con el apoyo del INAEM y del Teatro de la Abadía. La actualidad y la reflexión emergen como elementos de concienciación vital y medioambiental en esta pieza híbrida, poética y experimental.