Antropoceno nos cuenta la emergencia climática como nunca lo habían hecho: con humor, danza, poesía visual, una atmósfera sonora única y hasta esperanza. Todo ello, de la mano de cuatro intérpretes y un espectacular Domo ubicado en el escenario del Teatro de La Abadía, que, en el marco de su 25 aniversario, estrena el próximo 20 de febrero este lúdico montaje de producción propia que firma el dramaturgo y actor estadounidense Thaddeus Phillips (viejo conocido de la casa), y lo mantendrá en cartel hasta el 29 de marzo.

Muy pocos dudan ya de que la acción del hombre en la Tierra está cambiando el medioambiente. Los sedimentos que se van a encontrar quienes nos estudien dentro de miles de años tendrán residuos químicos, partículas de aire contaminado o restos de plástico, y hemos provocado un calentamiento global, extinción masiva de especies, modificaciones geológicas... Tal es nuestro impacto que en 2008 una comisión internacional de científicos alertó de que el concepto clásico de crisis ambiental se había quedado obsoleto, porque con nuestras transformaciones estamos inaugurando otra era global, extinguiendo el Holoceno para dar paso al Antropoceno, un nuevo prisma con el que evaluar, desde el punto de vista ecológico-político-cotidiano, la mutación de los ecosistemas que es obra del hombre, deliberada o como daño colateral de su destructivo estilo de vida.

En su 25º aniversario, el Teatro de La Abadía produce y estrena Antropoceno, un espectáculo eminentemente visual del dramaturgo y actor estadounidense Thaddeus Phillips, que explora la encrucijada antropocénica con un enorme Domo instalado en el escenario y diseñado para la ocasión, que habitan cuatro intérpretes que encarnan a varios personajes por cabeza. Un enfoque fresco que, inspirándose en textos como Homo Deus, de Yuval Noah Harari; La tierra inhabitable, de David Wallace-Wells; las ideas del arquitecto Richard Buckminster Fuller o los informes de la ONU, apela a la ética individual frente a las grandes corporaciones, en un montaje lúdico y muy entretenido, basado en el humor absurdo y con una vocación didáctica que huye de lo apocalíptico. 

Así, Antropoceno es pura poesía visual, arropada con una elaborada atmósfera audiovisual y mezcla de lenguajes, como el teatral (con poco diálogo pero preciso), la danza y la performance. La narración se asienta en tres momentos de la historia del ser humano, y en otros tantos personajes: Gerardo, un contable que trabaja junto a Robert Oppenheimer en la creación de la bomba atómica y se refugia en el alcohol ahora que su mujer lo ha abandonado; Ana, una científica que prepara una charla TED sobre el Antropoceno y no es capaz de fagotizar su preocupación por el futuro; y Katia una cazadora-recolectora que sobrevive como puede en el desierto de Monegros, y nunca ha tenido contacto con ningún ser humano. También pasan por aquí el propio Oppenheimer, Greta Thunberg o Silvi, una voz de inteligencia artificial.

No es la primera vez que colaboran La Abadía y Phillips, un hombre de teatro que derrocha imaginación y colaboró como actor con Robert Lepage en el espectáculo La geometría de los milagros. El artista estrenó aquí, el año pasado, Ankomsten (Avistamiento), un trabajo sin palabras que realizó de la mano de la compañía sueca Teateri, a partir del libro Emigrantes de Shaun Tan sobre la inmigración.