Es una teoría del astrónomo francés Alain Lecavelier des Étangs, presidente de la Comisión de Exoplanetas y Sistema Solar dentro de la Unión Astronómica Internacional (UAI), que celebra hasta el viernes en Viena su asamblea general. En una entrevista con la Agencia EFE, ha pronosticado que en 2030 habrá cientos, o hasta miles, de exoplanetas potencialmente habitables, quizá incluso pueda encontrarse vida en esos remotos objetos antes incluso que en nuestro propio Sistema Solar.

El ritmo de descubrimiento de planetas, opina el investigador, seguirá acelerándose, y los descubrimientos se duplicarán en los próximos cinco o diez años. El número de cuerpos potencialmente habitables ya detectados son hoy par de docenas como mucho, pero se disparará en breve.

El científico ha afirmado, además, que no hay dos exoplanetas iguales entre sí, y que posiblemente, estos planetas que se van a encontrar no tendrán nada que ver con los del Sistema Solar.

La acumulación de los nuevos conocimientos que nos llevan a anticipar estos pronósticos ha conducido a la Comisión de Exoplanetas de la UAI a debatir una propuesta para modificar la definición provisional de exoplaneta redactada en 2003. Aquella definición establecía la condición de que el planeta orbitara una estrella o sus restos.

Ahora, se propone admitir como exoplaneta a aquellos que orbiten enanas marrones, objetos no tan masivos como las estrellas y en cuyo núcleo no se da fusión de hidrógeno, pero que tampoco pueden ser considerados planetas gigantes gaseosos.

Pero la nueva definición, que aún debe hacerse oficial, establece que debe quedar clara la relación de dominio del objeto principal sobre el planeta que lo orbita, cuya masa debe ser al menos 25 veces menor.