Llevamos tanto tiempo oyendo hablar de él, fascinados por su fuerza, recreándonos en las imágenes que Hollywood nos ha servido, que la expectación no se podía contener. Por primera vez sabemos cómo es un agujero negro.

Cómo es en imagen real, que somos una especie muy dada a la imaginación, pero ya se sabe que una imagen siempre vale más que todo lo que Einstein y Hawking intenten hacernos comprender en nuestras limitadas mentes.

El caso es que en una conferencia de prensa científica que, como pocas veces, atrajo la atención de todo el mundo, se presentó la imagen captada por el Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT). Una presentación que se celebró en seis países al mismo tiempo y que pudo ser seguida en streaming por cientos de miles de personas. 

La imagen nos muestra algo cercano a nuestra imaginación y a la de los científicos. Un círculo efectivamente negro rodeado de una luz tremenda. Una luz que encierra una esfera que ni los propios responsables de la conferencia de prensa fueron capaces de determinar, más presos de la emoción que de la necesidad de ser precisos en este momento.

Ya sabíamos que en realidad no veríamos el agujero en sí. Es ese Horizonte de Sucesos el que marca la posición exacta de la bola de materia concentrada que absorbe todo a su alrededor. 

Como suele ocurrir en el mundo científico, esto no es el final. Es más bien el principio para comprender una de esas anomalías cósmicas que nos fascinan y nos dicen tanto sobre el lugar en el que nos encontramos y las cosas que ocurren a su alrededor.